Charles Seife

Descodificando el universo

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  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Cuando el universo alcanza el equilibrio, después de un determinado punto las máquinas comienzan a resoplar constantemente y ya no son capaces de reunir incluso la suficiente energía y de derramar la entropía necesaria para ofrecer a la civilización ni siquiera un segundo de conciencia
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Reserve University, demostró que el modelo de hibernación tenía que fracasar. A medida que el universo alcanza el equilibrio, las máquinas de almacenar energía y derramar entropía tardan cada vez más en llevar a cabo sus tareas —en almacenar la energía necesaria y derramar la entropía para despertar a los seres vivos. Los períodos de hibernación tienen que alargarse espectacularmente y los períodos de conciencia reducirse dramáticamente en la medida en que el universo se expande y muere
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    De hecho, toda la vida del universo tiene que ser finita. A medida que el universo se expansiona y evoluciona, la entropía del cosmos aumenta. Las estrellas se queman y mueren, y la energía resulta cada vez más difícil de encontrar. Las galaxias se enfrían progresivamente, y se acercan cada vez más al frígido equilibrio. Y en un universo que se aproxima al equilibrio, resulta difícil encontrar energía y derramar la entropía; resulta más y más difícil preservar y duplicar nuestra información. Se hace cada vez más complicado mantener la vida. ¿Se extinguirá la vida por completo?
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Aunque el multiverso es extremadamente complejo, los universos paralelos del multiverso no son más complejos que aquellos que los científicos consideran que hay en un universo infinito. Por tanto, ese fenómeno tan radical de los universos múltiples no lo es tanto, después de todo. Si aceptamos la conclusión de que existen los universos paralelos, como han hecho muchos científicos, habremos obtenido, sin coste añadido, una explicación para todos los fenómenos extraños de la mecánica cuántica. La superposición y el entrelazamiento ya no requieren de un deus ex machina o de una función de onda «que colapsa» o una partícula «que elige». Todo es una función de la información que fluye de un lugar a otro y que altera la estructura del multiverso durante el proceso. Al cabo, nuestro universo puede estar totalmente configurado por la información.
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Cada medición, cada transferencia de información, incluyendo las de la Naturaleza, provoca que el multiverso esparza sus láminas separadas y que florezcan. La información es lo que determina dónde se ramifica el multiverso y dónde se vuelve a unir, donde se esparce y dónde se reúne de nuevo. En palabras del físico cuántico David Deutsch, «La estructura del multiverso está determinada por el flujo de información». La información es la fuerza que forma nuestro cosmos.
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Se trata de una explicación bastante satisfactoria. Es relativamente simple, muy clara y lo único (¡lo único!) que requiere es la creencia en un multiverso de varias láminas en lugar de un universo de una sola lámina
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    En una de esas láminas ahora separadas, el observador de la Tierra ha medido izquierda y el observador de Júpiter ha medido derecha; en la otra lámina, ha ocurrido lo contrario
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Esta idea —un multiverso que se divide a causa del intercambio de información— también ofrece una bonita explicación para la acción espeluznante a distancia. Tomemos un par EPR de partículas entrelazadas en términos de posición. Si una está en la izquierda, la otra tiene que estar en la derecha y viceversa. Pero si las creamos en un estado de superposición, ninguna de las partículas «elige» estar en la izquierda o en la derecha hasta que no haya una medición. Ambas son una mezcla indeterminada de izquierda y derecha hasta el acto de medición —hasta que algo (la Naturaleza o un observador) reúne información sobre cada partícula.

    Tomemos un par EPR entrelazado de esta manera y enviemos a una partícula hacia el observador en la Tierra y a la otra hacia un observador en Júpiter. Cada observador hace una medición cuando la partícula llega a su destino; cada uno reúne información sobre el estado de la partícula, dividiendo el mundo-lámina —y cada observador— en dos. Pero las divisiones son divisiones locales. Un ser divino vería el mundo-lámina dividido cerca de cada uno de los dos observadores, pero en medio de los dos observadores las láminas permanecerían juntas. Solo cuando uno de los observadores (el observador de la Tierra, por ejemplo) envíe un bit de información al otro (al observador de Júpiter) las dos hojas de en medio empezarán a despegarse. Esta porción de información, que se mueve a la velocidad de la luz como máximo, divide el universo a medida que viaja. Cuando alcanza Júpiter, completa la separación; los dos mundos-láminas están completamente divididos.
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    ser divino, viendo la interacción desde fuera del universo, se daría cuenta de que el universo de celuloide en el que vive el electrón (y el observador) no es una simple lámina, sino dos láminas pegadas. Cuando la información sobre la posición del electrón se filtra, proporciona información sobre la estructura del universo: la información muestra que el universo es doble. En uno de estos universos, el electrón vive en la zona de la derecha, en el otro el electrón vive en la zona de la izquierda. Mientras estas láminas están juntas, es como si los electrones estuvieran en la misma lámina; el electrón está en dos lugares a la vez e interfiere consigo mismo. Pero el acto de reunir información sobre la posición del electrón consigue despegar las dos láminas y revela la verdadera naturaleza múltiple del cosmos; las láminas divergen a causa de la transmisión de información.

    Mientras un ser divino sería capaz de ver estas láminas del universo divididas, el observador que ha efectuado la medición, también metido en estas láminas, sería totalmente ajeno a lo que está ocurriendo. Y atrapado en la lámina, este observador también se dividirá en dos, el Observador de la Izquierda y el Observador de la Derecha. El Observador de la Izquierda, situado en su lámina, verá la partícula en la izquierda; el Observador de la Derecha, situado en la suya, verá la partícula a la derecha. Y como las dos láminas ya no están en contacto la una con la otra, las dos copias de la partícula y las dos copias del Observador dejan de interactuar y viven ahora en universos separados. Aunque el ser divino fuera capaz de ver la estructura completa, compleja y múltiple de estos universos paralelos —el multiverso—, un observador en este universo continuaría pensando que vive en una única lámina, completamente ajeno al universo alternativo en el que la medición ha tenido un resultado opuesto.
  • Eduardo Floydcompartió una citahace 6 años
    Sin embargo, una interpretación se ha convertido rápidamente en una de las favoritas de los físicos. Al igual que otras alternativas a la interpretación de Copenhague, lleva una pesada carga a sus espaldas. Un fenómeno radical y contra-intuitivo. Pero no es más radical que la conclusión del argumento que he explicado anteriormente: existen universos paralelos. Si aceptamos esta posibilidad, entonces la teoría cuántica empieza a tener un sentido físico y la información se torna una parte fundamental de la estructura del espacio y del tiempo. Esta solución surgió en 1957, cuando un estudiante de Princeton, Hugh Everett, propuso una alternativa a Copenhague que pronto se conoció como la interpretación de los universos múltiples. El núcleo del argumento de Everett es que la función de onda es un objeto real y que cuando esta dice que un electrón está en dos lugares al mismo tiempo, de verdad que lo está. Pero, a diferencia de todas las variantes de la interpretación de Copenhague, no hay un «colapso» real de la función de onda. Cuando la información de un electrón en superposición se filtra hacia fuera, cuando alguien mide si el electrón está en la izquierda o en la derecha, el electrón elige… ambas posibilidades. Y lo consigue de una forma un tanto extraña: alterando la estructura del universo con la ayuda de la información.
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