Dan Wells

No quiero matarte

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  • Camilacompartió una citahace 4 años
    Ahora que ya no estás, creo que al final sé que en realidad sí te quería. Sólo que no me había dado cuenta
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    La muerte de mi madre me ha demostrado que no estoy tan perdido como creía y que todavía estoy a tiempo de tener una vida más o menos normal, pero tú eres la que me enseñó cómo podía ser esa vida. Me enseñaste a vivir. Siento que no estés aquí para disfrutarlo, pero… estés donde estés, si es que te encuentras en alguna parte, a lo mejor te alegra saber que me ayudaste mucho.
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    Y entonces se marchó y eso me rompió el corazón, tanto que empecé a pensar que ya no tenía, que no me quedaba ni un pedazo
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    Hola —dije, vacilante—. Sé que en realidad no estás ahí y que esto no es más que tu cuerpo. Supongo que tiene su gracia que el único que no te quería por tu cuerpo sea el que al final lo consigue, pero pierde todo lo demás. —Apoyé la mano en la mesa y bajé la mirada—. No quería decir que tiene gracia; creo que quería decir que es irónico. Tú eras la que mejor se expresaba de los dos.
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    «Supongo que con eso basta: siento.»
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    Mamá —dije—, lucha
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    —A Brooke tampoco la quería, ni a Marci ni a ninguna otra persona, y nadie lo ha querido a él
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    —Solamente ha querido a una persona en toda su vida —dijo—, la única persona que lo ha querido a él
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    —John se odia a sí mismo —gritó; nos miraba a Brooke y a mí como si no supiera a quién hablar—. Si te conviertes en parte de él, también te odiará. Te odiará para siempre
  • Camilacompartió una citahace 4 años
    Unas manos empezaron a quitarme el lodo de encima, tirando de él, apartándolo de mí. Las mías y otras manos, ajadas y conocidas.

    Mi madre estaba encima de mí, enseñando los dientes en una mueca de esfuerzo, real y viva, luchando con el demonio como si fuera sirope negro y calcinado.
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