La primera mitad del siglo XX fue, en extremo, convulsa en nuestro país al igual que en el resto del continente… o del mundo.
La familia republicana de los Ochoa, berciana, de Arborbuena, vivió en sus carnes todas cuantas circunstancias adversas pudieron darse, hasta el punto de que dos hermanos, Andrés y Emilio, se vieron inmersos, por caprichos del destino, en la guerra fratricida de mil novecientos treinta y seis.
Republicanos ambos, lucharon… uno defendiendo al gobierno democrático de la nación y el otro reclutado para el bando nacional.
Acabada la contienda, el hermano menor regresaría a su casa, mientras que el mayor sería condenado a treinta y seis años de prisión en penales y campos de trabajo, al igual que muchos miles de soldados del ejército derrotado.
Sobre ellos y su familia surgió, casi sin pretenderlo, esta novela que, aunque alejada en el tiempo, sigue presente en los corazones de aquellos y aquellas que escuchamos de boca de nuestros padres, madres o abuelos las atrocidades que, en nombre de la ley, se cometieron de uno y otro lado del frente, así como durante los penosos años posteriores.