Alma tiene 17 años, es inteligente, guapa, carismática y resolutiva. Admirada por sus compañeros de clase, pero vista con cierta reticencia (aunque respetada) por otros, su vida gira entorno a sus tres grandes amigas: Naomi, Seline y Agatha. Como cualquier chica de su edad, se siente atraída por uno de sus compañeros de instituto, Morgan, un chico guapo y misterioso que parece hacerle caso, aunque nunca insiste demasiado en salir con ella ni le propone juveniles encuentros sexuales, como otros chicos hacen con sus amigas.
En toda esta aparente normalidad adolescente, Alma esconde un secreto. Terribles y violentos sucesos que de manera inconsciente escribe en su cuaderno color púrpura y que a los pocos días se convierten en realidad, con lo que su creatividad empieza a atosigarla como una pesadilla que no comparte con nadie, ni siquiera con sus mejores amigas, que están absortas en sus propios problemas.
A medida que escribe historias que acaban siendo crímenes reales, Alma se asusta más y al final decide acudir a la policía, quienes le revelarán que los presuntos autores de esos brutales crímenes son adolescentes.
¿Quiénes son? ¿Pertenecen a alguna extraña secta? ¿Es que alguien lee su cuaderno?
Estaría bien poderme limpiar la conciencia, eliminar la podredumbre que la mancha y pasar página para siempre. Pero no es tan fácil. Para mí no. Y ahora no. ¿Y qué podría confesar?
