El cine fantástico de Spielberg

Este proceso ya había ocurrido en Europa con anterioridad, dando origen a las corrientes renovadoras de los años 50 y 60: el Neorrealismo italiano, la Nouvelle Vague francesa, el Free Cinema inglés, e incluso el modesto Nuevo Cine español.

El cine es comunicación, y por lo tanto la forma es importante no en sí misma, sino en cuanto a que es el vehículo del contenido.

El cine es comunicación, y por lo tanto la forma es importante no en sí misma

Dos directores que rueden la misma escena pueden estar ofreciendo dos narraciones distintas, dos valoraciones morales distintas, dos visiones del mundo distintas, en definitiva.

Dos directores que rue‍

auténtico director de cine sabe que cada elección de un ángulo de cámara, un encuadre, un movimiento, transmite una idea respecto a lo que se está rodando, la forma comunica el contenido (si la obra es formalmente buena).

transmitir una sensación de estar presenciando un acontecimiento extraordinario, no sólo por su carácter paranormal, sino por una trascendencia añadida, como si por unos instantes se abriera una puerta que nos dejara ver un mundo que siempre ha estado presente, pero no éramos capaces de verlo.

del estilo de Spielberg: la elocuencia de la elipsis. Es decir, el atractivo de aquello que no se muestra en pantalla pero que, curiosamente, resulta más poderoso que la imagen explícita.

la capacidad de asombro constituye un misterio que actualiza nuestra admiración por la vida y, al mismo tiempo, renueva la sensibilidad infantil por el hallazgo de lo maravilloso dentro de lo rutinario.