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Harold Segura,Anna Grellert

Ternura, la revolución pendiente

  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Si no recuperamos nuestro cuerpo no podremos encarnar la ternura. Necesitamos apropiarnos de nuestro cuerpo y de la capacidad de dar y recibir afecto para poder concretar la ternura en nuestras relaciones. Si recuperamos la capacidad de sentir y aprendemos a celebrar nuestros sentidos, comprenderemos mejor a la infancia, nos meteremos con más facilidad en el mundo de los niños y las niñas. Y no solo eso, sabremos enseñar la ternura con nuestro ejemplo, mediante el disfrute del afecto y la promoción de la ternura en todas las relaciones interpersonales.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Encarnar la ternura significa también volver a ser como niños y niñas, como nos lo enseñó Jesús. Significa vivir de la ilusión, de la inocencia y de admirar todo lo que les rodea. Es revivir el cuerpo, la capacidad de disfrutar, experimentar las sensaciones más cotidianas, recuperar la capacidad de asombro, fortalecer el vínculo del cuerpo con lo que nos rodea, especialmente con las demás personas.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Cara a cara, como iguales, escuchándolos y respaldándolos para que su mirada y sus palabras se valoren al igual que las de las personas adultas.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Dar ternura es mirar frente a frente a ese otro u otra que fui, que soy y seré.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Más que exigir la atención y el obligar mediante el poder, es escuchar lo que construye el diálogo.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Más que controlar, es sentir con el otro lo que provee acompañamiento.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Cuando hablemos en el culto o la misa, revisemos nuestra mirada, gestos físicos y los espacios en que les enseñamos la Palabra, y cómo les escuchamos… Todo lo que comuniquemos debe llevar el sello del amor, del respeto, del reconocimiento del otro como igual, del afecto; en fin, de la ternura encarnada.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    El lenguaje moldea la forma en que se comprende el mundo, así que la ternura debe iniciar por revisar nuestro lenguaje, y descubrir si en este lenguaje llevamos la ternura impresa en cada palabra y en cada gesto.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    Les recreamos el mundo, nos recreamos y les recreamos su vida a partir de las palabras y del trato que les damos.
  • Daniel Guevaracompartió una citael año pasado
    La ternura que usted y yo, como personas adultas, les demos a los niños y niñas es la forma en que ellos y ellas van a ir comprendiendo el amor de Dios. Somos la manifestación concreta de ese ser abstracto del cual les hablamos, y al cual les invitamos a amar y a que se sepan amados y amadas por él.
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