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Nicolai Vasilievich Gogol,Aleksandr Pushkin,León Tolstoi,Nikolai Leskov,Anton Chéjov,Iván Turguenev,Fiódor Dostoievski

Un siglo de cuentos rusos

  • Ivana Melgozacompartió una citahace 7 días
    Las aves revoloteaban en la espesura y gorjeaban alegres, con cierta perplejidad; las jugosas hojas susurraban gozosas y serenas en las copas, y las ramas de los árboles vivos empezaron a agitarse lenta y majestuosamente sobre el ejemplar muerto y caído.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 7 días
    El rostro de la difunta tenía una expresión severa, tranquila y majestuosa. Nada se movía, ni en la frente fría e impoluta ni en los labios apretados. Era toda atención. Pero ¿comprendería al menos ahora esas profundas palabras?

    IV

    Al cabo de un mes sobre la tumba de la difunta se alzaba una capilla de piedra. En la del cochero no había ninguna lápida; sólo la hierba, de un verde claro, despuntaba sobre el túmulo, única señal de la pasada existencia de aquel hombre.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 12 días
    las imágenes y formas reales de mi sueño, es decir, las que en realidad vi en el momento en que soñaba, guardaban tal armonía, eran tan hermosas y seductoras y encerraban tanta verdad que, al despertarme, no fui capaz de recrearlas con nuestro pobre lenguaje, de suerte que tuvieron que borrarse de mi memoria; en suma, es probable que, inconscientemente, me viera obligado a recomponer después algunos detalles, sin duda distorsionándolos, llevado sobre todo del deseo apasionado de expresarlos lo antes posible de un modo u otro. Pero ¿cómo no iba a creer que todo eso sucedió de veras? ¿Que mi experiencia acaso resultara mil veces mejor, más luminosa y alegre de lo que he relatado? Aun suponiendo que fuera un sueño, todo eso no ha podido dejar de ser.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    todos gozarían, tanto los vivos como los muertos, de un contacto aún mayor con la Totalidad del universo. Aguardaban ese momento con alegría, pero sin ansia, sin que la espera les hiciera sufrir, como si en sus corazones se insinuara ya un presentimiento de ese instante que se comunicaban unos a otros.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    Pero pronto comprendí que su conocimiento se completaba y se alimentaba con descubrimientos diferentes de los de la Tierra y que sus aspiraciones también eran distintas. No deseaban nada y estaban tranquilos; no aspiraban al conocimiento de la vida tanto como nosotros, porque su vida era plena. Pero su saber era más profundo y elevado que nuestra ciencia, pues nuestra ciencia trata de explicar en qué consiste la vida, aspira a conocerla para enseñar a otros a vivir; ellos no tenían necesidad de ciencia para saber cómo tenían que vivir, como no tardé en darme cuenta, aunque no fui capaz de entender su conocimiento.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    ¡poco importa que no fuera más que un sueño! El recuerdo del amor de esos hombres inocentes y hermosos no se borrará nunca de mi corazón, y siento que incluso ahora su amor se derrama sobre mí.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    Nunca, nunca dejé de amar esa Tierra; incluso la noche que la abandoné la amé, acaso de forma más dolorosa que nunca. ¿Existe el sufrimiento en esta nueva Tierra? ¡En nuestra Tierra sólo podemos amar de verdad mediante el sufrimiento, a través del sufrimiento! No sabemos amar de otra manera, no conocemos otra clase de amor. Quiero sufrir para poder amar.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    Y si eso de allí es la Tierra, ¿será una Tierra como la nuestra…, igual que la nuestra, desdichada, miserable, pero querida y eternamente amada, que despierte en sus hijos, incluso en los más ingratos, el mismo doloroso amor que la nuestra…?
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 13 días
    Creo que los sueños no los gobierna la razón, sino el deseo, no la cabeza, sino el corazón, y no obstante, ¡qué tretas tan astutas ejecutaba a veces la razón en mis sueños! Por lo demás, la razón adopta a veces en los sueños una actitud totalmente incomprensible. Por ejemplo, mi hermano ha muerto hace cinco años. En ocasiones sueño con él: toma parte en mis asuntos, nos interesamos mucho el uno por el otro, y sin embargo, a lo largo de todo el sueño, no olvido ni pierdo de vista en ningún instante que está muerto y enterrado. ¿Cómo no me sorprende que, a pesar de estar muerto, se encuentre a mi lado y comparta mis preocupaciones? ¿Por qué mi razón acepta todo eso sin rechistar?
  • Ivana Melgozacompartió una citael mes pasado
    pero su sangre caía sobre mí, y caía con fuerza azotando mi cara, y caía con fuerza en mis manos, y seguía cayendo con fuerza su sangre.
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