Kim John Payne plantea una máxima radicalmente poderosa: los niños no son desobedientes, más bien están desorientados. El resultado de este cambio de perspectiva es que la disciplina no es para controlar o castigar, sino para guiar. El autor brinda un marco sencillo para la toma de decisiones sobre por qué, cuándo y cómo mantener las riendas de la crianza más firmes —mientras los hijos desarrollan habilidades—, o darles a esas riendas más juego —cuando los chicos van aprendiendo a caminar libremente—. Un padre necesita saber cuándo ser Gobernador, Jardinero o Guía, de acuerdo con la edad y el proceso de crecimiento que su hijo enfrenta, por lo que el autor de Simplicity Parenting, delimita y construye estos roles de una forma clara y precisa, en esta nueva obra. También ofrece ayuda y aliento para impulsar la evolución emocional de los hijos en momentos difíciles pero inevitables. Payne da herramientas para que los padres que sienten que el comportamiento de los grandes, y también de los pequeños, ha caído en un patrón preocupante, gasten menos energía en corregir, y más en disfrutar y conectar. Kim piensa profundamente en lo que los hijos necesitan de nosotros para llegar a ser autogestivos, seguros y calmados, por lo que concibe al alma de la disciplina como el proceso de cuidado que les ayuda a vivir bien y felices, y lo plasma amorosamente en este luminoso y hermoso libro.