Un alma, una mente, una conciencia de vida privada de deseo está condenada a la inmovilidad. Un alma quieta, paralítica, un alma que no desea es un alma condenada a muerte.
azucena.vgarciacompartió una citahace 3 años
seguía siendo una princesa por muy inadecuadas que fueran las circunstancias
azucena.vgarciacompartió una citahace 3 años
sacar fuerzas de flaquezas
azucena.vgarciacompartió una citahace 4 años
lo que poseía Matilde: dinero y posición social y un buen trabajo y pocos prejuicios y miedo ninguno, y sobre todo esa alegría elemental que irradian las mujeres de buena familia que no soportan que nadie mande en sus vidas.