Un asesino, autodenominado “El justiciero de las doce campanadas”, rompe la cena de Nochebuena del 2014 del comisario González, retándole a que descubra quién es antes de matar a once personas con las campanadas de media noche de cada fin de mes, y antes de matarle a él, el 31 de diciembre de 2015, con la duodécima campanada, por no haberlo averiguado. Cada uno de mes le da pistas sobre quién será la siguiente víctima, el porqué de su elección, y cómo ha dejado cruelmente sin vida al anterior cadáver. El asesino va consiguiendo sus objetivos sin que el comisario pueda detenerlo, estrechando el círculo sobre su persona con la presión de descubrir las pruebas del asesinato y proteger a la siguiente víctima, desesperándose ante la capacidad del “justiciero” para cumplir con su palabra, hasta que un error muy sutil da pie a que González crea adivinar quién es. Pero el asesino es muy perspicaz y consigue secuestrar al comisario para cumplir con su amenaza. Antes de matarlo quiere justificar su fijación con él, sus acciones con las víctimas, liquidar a una persona cercana al comisario y descubrir el secreto de autodenominarse “el justiciero de las doce campanadas”. La sorpresa de González al descubrir quién está detrás de las muertes es tal que no consigue creerlo. ¿Saldrá airoso de la situación? ¿Podrá celebrar otras Navidades? En las páginas de este libro podrás conocer el desenlace a estos y otros interrogantes que te hayan surgido durante su lectura.
