Tres sombreros de copa

(Enfadada) ¡Pues yo besaré a todos los monaguillos, porque para eso soy la novia y puedo hacer lo que quiera…!

¡Dionisio, aún estoy creciendo…! ¡Es encantador estar creciendo todavía…! Pero cuando ya la raya no suba más alta, esto indicará que he dejado de crecer y que soy vieja…

Dionisio, ¿por qué se casan todos los caballeros…? ¿Y por qué, si se casan, lo ocultan a las chicas como yo…? ¡Tú también tendrás ya en la cartera el retrato de una novia…! ¡Yo aborrezco las novias de mis amigos…! Así no es posible ir con ellos junto al mar… Así no es posible nada… ¿Por qué se casan todos los caballeros…?

La gente de Londres habla inglés porque todos son riquísimos y tienen mucho dinero para aprender esas tonterías. Pero la gente de los pueblos de Londres, como son más pobres y no tienen dinero para aprender esas cosas, hablan como tú y como yo… ¡Hablan como en todos los pueblos del mundo!… ¡Y son felices!…

Yo me marcharé contigo y aprenderé a hacer juegos malabares con tres sombreros de copa…

Pero ya no me caso, Paula… ¡Yo no puedo tomar huevos fritos a las seis y media de la mañana…

Yo no sabía tampoco que había mujeres como tú, que al hablarnos no les palpita el corazón, pero les palpitan los labios en un constante sonreír…

Pero yo me casaba, porque yo me he pasado la vida metido en un pueblo pequeñito y triste y pensaba que para estar alegre había que casarse con la primera muchacha que, al mirarnos, le palpitase el pecho de ternura…

En los hoteles modestos siempre hay cadáveres…

¿Qué olor es éste, caballero? ¡En este cuarto hay un cadáver! ¿Por qué tiene usted cadáveres en su cuarto? ¿Es que los bohemios tienen cadáveres en su habitación?…