—¿Hay algo malo en su olor? —, preguntó, un nudo doloroso en su abdomen.
—No, Sahara. Hay algo muy peligroso en él.
Havenflycompartió una citael año pasado
—¿Hay algo malo en su olor? —, preguntó, un nudo doloroso en su abdomen.
—No, Sahara. Hay algo muy peligroso en él.
Havenflycompartió una citael año pasado
—¿Hay algo malo en su olor? —, preguntó, un nudo doloroso en su abdomen.
—No, Sahara. Hay algo muy peligroso en él.
Havenflycompartió una citael año pasado
—¿Hay algo malo en su olor? —, preguntó, un nudo doloroso en su abdomen.
—No, Sahara. Hay algo muy peligroso en él.
Havenflycompartió una citael año pasado
Agarrando su mandíbula en respuesta silenciosa, colocó su brazo libre al lado de su cabeza, y luego marcó su boca con la suya.
«Eres mía»
Havenflycompartió una citael año pasado
Agarrando su mandíbula en respuesta silenciosa, colocó su brazo libre al lado de su cabeza, y luego marcó su boca con la suya.
«Eres mía»
Havenflycompartió una citael año pasado
Agarrando su mandíbula en respuesta silenciosa, colocó su brazo libre al lado de su cabeza, y luego marcó su boca con la suya.
«Eres mía»
Havenflycompartió una citael año pasado
En lo que a Sahara Kyriakus concernía, él era un arma que ella podría apuntar en cualquier dirección que eligiera. No había nada que no haría por ella... salvo dejarla ir.
Havenflycompartió una citael año pasado
En lo que a Sahara Kyriakus concernía, él era un arma que ella podría apuntar en cualquier dirección que eligiera. No había nada que no haría por ella... salvo dejarla ir.