¿Quizá te has pasado de chulita con tu maravillosa recuperación, distanciándote de tu propia historia?
Lo cual te lleva a la tercera cosa que te pasa y que ya te ha pasado una vez, que es lo rápido que te transformas en la guardiana del universo cuando en realidad eres tú la loca patética que necesita ayuda, así que le dices que no se rinda y le sujetas la mano a la mujer negra y regordeta sin recursos que parece que tiene cincuenta años pero que en realidad tiene veintiocho.