Job

A pesar de que Mendel estaba enojado con Dios, Dios seguía dominando sobre la tierra. El odio podía alcanzarlo tan poco como la devoción.

El dolor lo hará sabio. La deformidad, bondadoso. La amargura, dulce. Y la enfermedad, fuerte

Grita, no sabe que grita, algo grita en ella, el corazón tiene una boca y grita

Su recto sentido se concentraba en las cosas sencillas de la vida terrena y no soportaba ningún milagro en el ámbito de lo visible.

Su recto sentido se concentraba en las cosas sencillas de la vida terrena y no soportaba ningún milagro en el ámbito de lo visible.

Tan pronto como las primeras tinieblas exhalaban su aliento en la ventana

Buenos días, padre!—exclamó ella, mientras seguía atendiendo.
Le mostraba respeto. Allá en casa había sido diferente. Lo más probable es que no le quisiera, pero tampoco estaba escrito «amarás a tu padre y a tu madre», sino «honrarás a tu padre y a tu madre».

hombre debe tratar de ayudarse a sí mismo, y entonces Dios le ayudará. ¡Así está escrito, Mendel! Siempre te sabes de memoria las frases equivocadas. Se han escrito muchos miles de frases, ¡y tú te acuerdas de todas aquellas que resultan inútiles!

Mendel dirá: He regresado, querido Sameschkin. Que otros recorran el mundo. El mío está muerto. He vuelto para descansar aquí eternamente.

Todos rezan porque le temen, pensaba él. Pero yo no tengo miedo. ¡Yo no tengo miedo!