Libros
Teresa Wilms Montt

Lo que no se ha dicho

  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Sólo existe una verdad tan grande como el sol: la muerte.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Desde aquí mis pensamientos irán a ofrecerse a ti cruzando los mares; desde aquí vigilaré tus restos con el más inmenso y fervoroso recuerdo. Pronto nos encontraremos, amor mío.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Me voy, para aprender en otras penas a sufrir las mías con más entereza.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    la sangre.

    Me voy, para aprender en otras penas a sufrir las mías con más entereza. Me voy, Anuarí, y te juro que hasta este momento he aguardado la resurrección. He espiado tu sueño creyéndolo leve, y huyo ahora que lo sé de mármol, Anuari. No me importa el mundo ni la mediocre balanza que pesa mis actos; pocas son las almas que han amado, gozado y sufrido como yo.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Ya no sé vivir, y vivo; y tampoco puedo morir, porque me faltan fuerzas para cerrar los ojos.

    XXXIV

    Me alejo ....

    Mi único desconsuelo es no poder llevar con mis propias manos flores a la tumba avara que te guarda.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    pierde en la montaña; eres bueno, como la luz.

    Te has ido, Anuarí. Pero tu rostro pálido, de una ingenuidad infantil, quedó grabado en mi retina, acariciando mi interior.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    pierde en la montaña; eres bueno, como la luz.

    Te has ido, Anuarí. Pero tu rostro pálido, de una ingenuidad infantil, quedó grabado en mi retina, acariciando mi interior.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Cuando oscureció y sentí la campana que anuncia el cierre de las puertas del cementerio, me despedí de ti, como esa noche de Agosto ¿te acuerdas? en que veinte veces nos besamos, diciéndonos adiós; y veinte veces volvimos a estrecharnos sin podernos separar.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    Cuando oscureció y sentí la campana que anuncia el cierre de las puertas del cementerio, me despedí de ti, como esa noche de Agosto ¿te acuerdas? en que veinte veces nos besamos, diciéndonos adiós; y veinte veces volvimos a estrecharnos sin podernos separar.
  • Maríacompartió una citahace 4 meses
    en un espasmo de placer nos hace creer en la nobleza; comprendo que en el beso y en la entrega de los cuerpos se busque el veneno del olvido;
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)