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Libros
Carmen Martín Gaite

Lo raro es vivir

  • (esc) rito de iniciacióncompartió una citahace 3 años
    que se te muera la madre es siempre algo tremendo, ellas te han llevado nueve meses dentro de su cuerpo, lo mires por donde lo mires, y eso no se puede borrar de un plumazo. Se van y te dejan mutilada, a partir de ahí es cuando empiezas a envejecer.
  • (esc) rito de iniciacióncompartió una citahace 3 años
    Me das envidia –dijo–. Yo con mis padres siempre me he llevado fatal. ¿Cuántos años tiene tu madre?

    –Dos meses y algún día. Son los que lleva muerta.
  • Katya Velázquezcompartió una citahace 19 días
    ualquier mudanza, aunque no se tenga demasiado apego a los objetos, es dura de por sí, no sólo por lo que hay que tirar, sino por lo que en otras ocasiones parecidas ya se tiró. Lastre inútil. No mires para atrás. Pero tiemblan las manos.
  • Katya Velázquezcompartió una citahace 19 días
    –Pues cuando dices que no se puede entender todo. Las cosas que no importan no se entienden porque no se pone uno a ello, claro. Pero si te importan, si te obsesionan, vale la pena hacer un esfuerzo y acaban por entenderse algo mejor. Tampoco es tan difícil.
  • Katya Velázquezcompartió una citahace 23 días
    me paso la vida a la defensiva sin saber si hago daño o no, haciéndomelo a mí misma
  • Katya Velázquezcompartió una citahace 25 días
    «dime lo que sea» son estallidos de susceptibilidad y, por implorantes que parezcan, él sabe y yo también que no ofrecen ranura abierta al diálogo, sino ademán de gato que se eriza a la defensiva
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    se dio cuenta Magda en cuanto llegó y me vio sentada en las escaleras del archivo, esperando a que abrieran. Se extrañó de que hubiera madrugado tanto. Pero sobre todo del aspecto tan joven que tenía, mirándome de lejos había llegado a dudar incluso de que fuera yo, dijo, mientras me inspeccionaba detalladamente como buscando alguna causa visible de aquella transformación.
    –¿Te has cortado el pelo?
    –¿El pelo? No.
    –Pues pareces otra, chica. No sé, algo te ha pasado.
    –Bueno, anoche hice las paces con una amiga. Pensándolo bien, ha sido una especie de limpieza de cutis, sí.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    –Tira todo eso al suelo y siéntate, ¿quieres? –le dije con esa mezcla de autoridad y dulzura que raras veces consigo combinar en proporciones adecuadas–.
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    Por ejemplo, Virgilio le hace entender a Dante, al final de la primera parte, que para escapar del Infierno no tiene más remedio que contar con el diablo, dejarse caer por los flancos hirsutos de su cuerpo gigantesco, y así empiezan a deslizarse ambos como por escalones por las púas de su vello. En un determinado momento, Dante nota aterrorizado que están subiendo en vez de bajar y cree que están volviendo al reino de las sombras, pero no ha sido ninguna jugarreta del diablo, ni se han hundido cuando más se hundían, al contrario, suben sencillamente porque están saliendo: «A otro hemisferio tienes ahora acceso», le dice Virgilio. ¿No les parece a ustedes emocionante salir del mal por las mismas escaleras del mal, lograr cambiar su rumbo sin negar su existencia, aprovechándola?
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    Desde que vivía con Tomás, no había necesitado volver a beber.
    De todas maneras llegué a mi nueva guarida, ya no tan provisional, con una euforia oscilante y la sed sin saciar. No tenía ganas de pensar en nada peligroso, dejé los bultos en la terraza y cuando llegó Tomás le pedí que me llevara a bailar. No sé si vino muy a gusto. El sitio lo eligió él, un local ligeramente pijo cerca de la Castellana. Me preguntó qué celebrábamos y yo le dije que las huellas borradas del pasado. «Pues eso requiere champán», dijo.
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