El gran Gatsby

—Cada vez que se te ocurra criticar a alguien –me dijo–, recuerda que no toda la gente de este mundo ha tenido las mismas ventajas que tú.

No hay mayor confusión que la confusión de una mente simple

la nostalgia que inunda a todo aquel que, pese a haber alcanzado todo lo deseado, siempre echa en falta algo que quedó atrás.

Cada vez que se te ocurra criticar a alguien –me dijo–, recuerda que no toda la gente de este mundo ha tenido las mismas ventajas que tú.

—Aprendamos a demostrar nuestra amistad por un hombre mientras esté vivo y no después de muerto −sugirió−. Después de eso, mi norma es dejarlo todo como está.

No eran felices, y ninguno de ellos había tocado ni el pollo ni la cerveza, pero aun así, tampoco eran infelices. La imagen tenía un inequívoco aire de intimidad natural y cualquiera hubiera dicho que estaban conspirando.

ahora se alejaba del sol, que a medida que se hundía, parecía derramarse como una bendición por encima de aquella ciudad que desaparecía, y en la que ella había respirado. Estiró la mano desesperadamente como si quisiera arrancar solo una brizna de aire, salvar un fragmento del lugar que ella había convertido en hermoso para él

No hay fuego ni frescura suficientes para desafiar lo que un hombre puede guardar en un corazón fantasmal.

Tras la vergüenza y la felicidad irracional, el asombro por la presencia de ella lo consumía. Había acariciado la idea durante tanto tiempo, había soñado con ella hasta el final, había esperado apretando los dientes, por decirlo de alguna manera, hasta unos extremos de intensidad inconcebibles.

Todo el mundo sos‍­pe‍­cha que tiene al menos una de las vir‍­tu‍­des car‍­di‍­na‍­les, y esta es la mía: soy una de las pocas per‍­so‍­nas ho‍­nes‍­tas que he co‍­no‍­ci‍­do nunca.