Brasil venció a Polonia por tres a uno y Argentina le endosó nada más y nada menos que seis goles a un portero peruano, Quiroga, que, para más sospechas, era natural de Rosario (Argentina). El cancerbero siempre defendió su inocencia, pero veinte años después señaló a muchos de sus compañeros, acusándolos directamente de haber recibido sobornos. La prensa inglesa, poco después, denunció el envío de toneladas de grano a Perú y el desbloqueo de créditos peruanos en el Banco Central de Argentina