Una novela distinta, una distopía sugerente, barroca, que oscila entre la novela neogótica y la ciencia-ficción. «Los Días Grises» traza un futuro enmarañado y decadente, posterior a la debacle que inició un agente patógeno transmitido por la moneda de curso y derivó en el hundimiento de la sociedad de bienestar. Como lienzo de fondo aparecen las tramas políticas y la acción bélica, en un entramado en el que se dibujan vidas, monólogos interiores, nostalgias viscerales, visiones preclaras a través de ventanas ojivales y páramos que incitan a la reflexión.