De forma paralela al descubrimiento de América por Cristóbal Colón, Alonso de Lugo conquista la Isla de la Palma, la penúltima de las siete Islas Canarias que aún no había sido sometida a los Reyes Católicos. En 1492 llega De Lugo con tres navíos a la costa occidental de la isla. En Benahoare, como los guanches llamaban a La Palma, el pueblo se une a Tanausú, el rey de la tribu de Aceró y guardián del Roque Santo, para preparar la resistencia. Pero con el engaño y la traición consiguen los españoles vencer a los guanches y detener a Tanausú…
En esta novela, Harald Braem describe el panorama de toda una cultura desaparecida, recreando un mundo mágico y profundamente enraizado con la naturaleza de los guanches.