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Nikola Tesla

Yo y la energía

  • Pablo Andrescompartió una citael año pasado
    “La ignorancia es el mayor mal del mundo”.
  • Pablo Andrescompartió una citael año pasado
    Nuestros cuerpos son de una construcción similar y están expuestos a las mismas influencias externas. De esto se deriva una semejanza de respuesta y una concordancia de las actividades generales en las que se basan nuestras reglas sociales, nuestras leyes y demás. Somos autómatas controlados totalmente por las fuerzas del medio, zarandeados como corchos en la superficie del agua, pero confundimos el resultado de los impulsos del exterior con el libre albedrío. Los movimientos y otras acciones que llevamos a cabo siempre preservan la vida y, aunque aparente
  • Pablo Andrescompartió una citael año pasado
    mayor bien procederá de las mejoras técnicas que tiendan a la unificación y la armonía, y mi transmisor sin cables es preeminentemente de este tipo.
  • Pablo Andrescompartió una citael año pasado
    Las mujeres ignorarán lo precedente y asustarán a la civilización con su progreso.
  • b6139726053compartió una citahace 7 años
    Lo cierto es que Tesla poseía un gran magnetismo capaz de atraer a personas de todos los sexos y edades: conectaba muy bien con los niños, y era extremadamente coqueto con las mujeres, con las que gustaba de mantener un juego lleno de ambigüedades. Katherine Johnson, la mujer de su querido “Luka Filipov”, fue una de las que más sufrió por su atracción nunca consumada por Tesla, que le llevaba incluso a mostrar mayor desesperación y apasionamiento en sus cartas al inventor de lo que la rígida moral de la época recomendaba. Claro que podía consolarse pensando que Tesla fue capaz de desairar a la mismísima actriz Sarah Bernhard, la mujer más deseada del momento, famosa por estar siempre rodeada de las mentes más brillantes (su visita al laboratorio de Edison en Menlo Park, adonde llegó en un tren especial y fue recibida como la mismísima reina de Inglaterra, ocupó páginas y páginas en la prensa). Sin embargo, Tesla no se contó entre ellas, por más que la actriz engrosara la lista de celebridades que pasaron por su laboratorio: es famoso cómo, durante una estancia de Tesla en París, coincidió con la diva y ella dejó caer un pañuelo a su paso para que el inventor lo recogiera. Eso hizo él, sí, pero la sorpresa de la Bernhard fue que se lo devolvió prácticamente sin mirarla, y siguió su camino. No era algo a lo que estuviese muy acostumbrada la gran diva de finales del siglo XIX.
  • b6139726053compartió una citahace 7 años
    ajustó la instalación de tal manera que un espectacular rayo surgió del generador, “estimó que la diferencia de potencial era de 250.000 voltios, y entonces recibió toda la descarga a través de su cuerpo, mientras protegía sus manos de las quemaduras sujetando unas bolas de bronce
  • ANDRÉS LÓPEZcompartió una citahace 7 años
    TERCER PROBLEMA: CÓMO AUMENTAR LA FUERZA QUE ACELERA A LA MASA HUMANA – EL APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA DEL SOL
  • ANDRÉS LÓPEZcompartió una citahace 7 años
    Como se ha dicho antes, la fuerza que retarda el movimiento del hombre hacia delante es en parte de fricción y en parte negativa. Para ilustrar esta distinción podría nombrar, por ejemplo la ignorancia, la estupidez y la imbecilidad, como algunas de las fuerzas que son solo de fricción o que constituyen resistencias carentes de tendencia alguna en su dirección. Por otro lado, el utopismo, la demencia, la tendencia autodestructiva, el fanatismo religioso y otras semejantes son todas ellas fuerzas de un carácter negativo que actúan en direcciones definidas. Para reducir o para superar por completo estas variadas fuerzas retardadas, se deben emplear métodos radicalmente diferentes. Uno sabe, por ejemplo qué puede hacer un fanático y uno puede tomar medidas preventivas, puede educarlo, convencerlo y posiblemente dirigirlo, convertir su vicio en virtud; pero uno no sabe, y nunca puede saber, qué harían un bruto o un imbécil, y uno debe tratar con ellos como con una masa inerte, sin mente, a la que los malvados elementos hubieran dejado suelta. Una fuerza negativa siempre implica cierta calidad, con frecuencia alta, aunque mal dirigida, que es posible transformar en algo de provecho; pero una fuerza de fricción, sin dirección, implica una pérdida inevitable. Así que, evidentemente, la primera respuesta, de carácter general, para la pregunta de arriba es: llevar toda la fuerza negativa a la dirección correcta y reducir todas las fuerzas de fricción.
  • ANDRÉS LÓPEZcompartió una citahace 7 años
    EL SEGUNDO PROBLEMA: CÓMO REDUCIR LA FUERZA QUE RETARDA A LA MASA HUMANA – EL ARTE DE LA TELEAUTOMÁTICA
  • ANDRÉS LÓPEZcompartió una citahace 7 años
    Por cada persona que perece por el efecto de un estimulante, mueren al menos mil a consecuencia de beber agua no potable. Este fluido precioso, que día a día nos infunde nueva vida, es el principal vehículo a través del cual penetran en nuestros cuerpos la enfermedad y la muerte. Los gérmenes de la destrucción que transporta son todos ellos enemigos de los más terribles, especialmente porque llevan a cabo su trabajo fatal de manera imperceptible. Firman nuestra condena mientras estamos vivos y disfrutamos. La mayoría de la gente desconoce la importancia de beber agua o no se preocupan por ello, y las consecuencias de esto son tan desastrosas que un filántropo no podría utilizar sus esfuerzos de mejor manera que tratando de iluminar a aquellos que, de este modo, se están haciendo daño a sí mismos. Con una purificación y esterilización sistemáticas del agua que se utiliza para beber, la masa humana aumentaría de manera considerable. Hervir –o esterilizar de cualquier otro modo– el agua que se usa para beber en cada casa y en cada lugar público tendría que convertirse en una norma inflexible –que quizá debería estar respaldada por la ley–. La simple filtración no proporciona una seguridad suficiente frente a las infecciones. Todo el hielo para uso interno debería prepararse con agua cuidadosamente esterilizada. La importancia de eliminar gérmenes del agua de la ciudad es algo que se admite de manera general, pero se está haciendo muy poco por mejorar las condiciones existentes, puesto que no se ha desarrollado ningún método satisfactorio para esterilizar grandes cantidades de agua. Con los electrodomésticos mejorados podemos ahora producir ozono de manera barata y en grandes cantidades y este desinfectante ideal parece ofrecer una solución feliz a una cuestión tan importante.
    El juego, el ajetreo de los negocios y la agitación, especialmente la de los intercambios, son causa de una gran reducción en la masa y tanto más cuanto que los individuos implicados representan unidades de alto valor. La incapacidad para observar los primeros síntomas de una enfermedad y la falta de atención a esta son importantes factores de mortalidad. Al anotar cuidadosamente toda señal nueva de un peligro que se aproxima y al hacer de manera consciente todos los esfuerzos posibles para conjurarlo, no solo estamos siguiendo sabias leyes de higiene en interés de nuestro bienestar y del éxito de nuestros trabajos, sino que también estamos cumpliendo con un deber moral mayor. Cada persona debería considerar su cuerpo como un regalo inestimable de alguien que nos ama por encima de todo, como una maravillosa obra de arte de una belleza indescriptible y de una perfección que está más allá de la concepción humana, y como algo tan delicado y frágil que una palabra, un suspiro, una mirada, más aún, un pensamiento, podrían dañarlo. La falta de limpieza, que conduce a la enfermedad y a la muerte no es solo autodestructiva sino también un hábito altamente inmoral. Al mantener nuestros cuerpos libres de infecciones, saludables y puros, estamos expresando nuestra reverencia por el alto principio de que están dotados. Quien sigue los preceptos de la higiene en su espíritu se está demostrando a sí mismo, hasta cierto punto, que es verdaderamente religioso. La laxitud de la moral es un mal terrible que envenena tanto la mente como el cuerpo y que es responsable de una gran reducción en la masa humana de algunos países. Muchas de las costumbres y tendencias actuales producen resultados dañinos similares. Por ejemplo, la vida social, la educación moderna y la aspiraciones de las mujeres, que tienden a alejarse de sus tareas domésticas y a hacerse pasar por hombres, perjudican el elevado ideal que representan, disminuyen el poder creativo-artístico y causan esterilidad y un debilitamiento general de la raza. Se puede mencionar un millar de otros males, pero todos juntos, en relación con el problema que estamos discutiendo, no se pueden equiparar a uno solo: la necesidad de alimento, provocada por la pobreza, la indigencia extrema y la hambruna. Millones de individuos mueren cada año de hambre, por lo que la masa continúa menguando. Incluso en nuestras comunidades más avanzadas, no obstante la cantidad de esfuerzos caritativos, es todavía con toda probabilidad, el mal principal. No me refiero aquí a la necesidad absoluta de alimentación, sino a la necesidad de una nutrición saludable.
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