Lo que no sé de mí mismo puede involuntariamente provocarte daño a ti.
En casi todos los casos en los que los terapeutas, profesionales médicos, entrenadores, mentores, maestros, personal de cuidados paliativos, guías espirituales, religiosos u otros cuidadores profesionales hemos causado daño a quienes teníamos a nuestro cargo fue porque simplemente no sabíamos más, o porque simplemente no fuimos capaces de mirarnos a nosotros mismos.
Las cuestiones éticas se refieren a los anhelos, sentimientos y motivaciones que resuenan en nuestro interior. Nuestros impulsos hacia (o en contra de) el dinero, la sexualidad, el poder, el amor, la verdad, la inspiración y la unidad son las fuerzas más poderosas en nuestras vidas. ¿Cómo podemos esperar que estas fuerzas no surjan de una u otra forma en nuestras relaciones con los clientes? Cuando nos involucramos en el autodescubrimiento para conocer mejor nuestras propias motivaciones, reducimos el daño al cliente y aumentamos el beneficio.
