Lecciones de la Historia

, el índice de natalidad, como la guerra, puede determinar el destino de las teologías; al igual que la derrota de los musulmanes en Tours (732) evitó que Francia y España reemplazaran la Biblia por el Corán,

­librio: la hambruna, la peste y la guerra. En

su famoso Essay on Population (Ensayo sobre la población, 1798), Thomas Malthus explicó que sin esos controles periódicos la tasa de natalidad sería tan superior a la tasa de mortalidad que la multiplicación de bocas anularía cualquier aumento en la producción de comida.

i la prole humana es demasiado numerosa para el suministro de alimentos, la naturaleza dispone de tres agentes para restaurar el equilibrio: la hambruna, la peste y la guerra.

Cuando Roma cayó, los francos salieron corriendo de Alemania y convirtieron la Galia en Francia;

frenar el aumento de la desigualdad hay que sacrificar la libertad,

como en Inglaterra y América en el siglo diecinueve bajo el laissez-faire.

«El presente es el pasado enrollado para la acción y el pasado es el presente desenrollado para la comprensión»

En la antigua Grecia los filósofos destruyeron la antigua fe entre las clases educadas; en muchas naciones de la Europa moderna los filósofos lograron resultados similares. Protágoras se convirtió en Voltaire, Diógenes en Rousseau, Demócrito en Hobbes, Platón en Kant, Trasímaco en Nietzsche, Aristóteles en Spencer, Epicuro en Diderot.

La concentración de riqueza puede llevar a la nación a una guerra de clases o de razas. La concentración de población y pobreza en las grandes ciudades puede obligar a un gobierno a elegir entre debilitar la economía con subsidios o correr el riesgo de disturbios y revolución.