Cannon Colter era la quinta esencia del héroe: mandíbula cincelada y un cuerpo perfectamente musculado por el ejercicio. También era el tipo que rescató a Yvette Sweeny de un secuestro y puso punto final a sus sueños románticos. Pero los años la habían convertido en una mujer más madura, más inteligente, en una mujer dispuesta a enfrentarse a cualquier obstáculo que la vida interpusiera en su camino. Incluso al hecho de tener que compartir una casa y un negocio con Cannon.
Cannon sabía que tres años atrás Yvette le quería. Pero entonces ella era muy joven, y había cosas por las que merecía la pena esperar. Cuando la herencia que recibieron del abuelo de Yvette les obligó a encontrarse de nuevo, comprendió la profundidad de las cicatrices de Yvette y el peligro que la acechaba en su tranquila localidad. En el momento en el que explotó entre ambos el deseo reprimido, protegerla se convirtió en la única contienda que de verdad importaba. Y Cannon quebrantaría todas las normas para ganarla.