Roomies

—No tengo una novia, Holland. Tengo una esposa, en caso de que lo hayas olvidado.

—De acuerdo.

Sonrío inquisitivamente una vez que se retira.

—¿De acuerdo?

—Puedo esperar.

—. Ven a casa y patéame en los dientes si lo necesitas, pero luego bésame.

Cada vez que sostiene mi chaqueta para que me la ponga antes de salir del apartamento, y me besa la mejilla, se siente más real.

y me trae pequeños regalos: marcapáginas con citas de libros que adoro

—Es extraño. Nunca antes lo he usado. —Mi piel se calienta bajo sus palmas—. Mi abuelo solía decírselo a mi abuela. Significa «mi amor».

Calvin me dijo que hiciera algo con mi cerebro, pero ¿cómo? Hilos de ideas aparecen en el borde y desaparecen tan pronto como mis dedos se posan en las teclas. No hay tejido conectivo para encadenar que las una, ni un esqueleto que las sostenga. Quiero vivir mi vida con la intensidad que veo en el escenario, quiero sentirme apasionada por algo de la misma manera. Pero ¿y si nunca sucede para mí?

—Creo que puedo manejar el llevar a cenar a mi esposa en nuestra noche de bodas.

—Bueno, ¿no lo eres? Creo que ese es el por qué me gustas, Holland Bakker McLoughlin. Eso y tus pecas.