Promesas, secretos, honor y un romance apasionado
Cuando, de regreso a su castillo, el temido León de la Reina se encuentra a alguien intentando secuestrar a su hijo, monta en cólera y encarcela en la mazmorra a la culpable del delito sin atender a ninguna clase de explicación. Isidora no es culpable; se ha tratado de un malentendido, aunque esconde un secreto mucho más oscuro y que podría costarle la vida si llegasen a descubrirla, por lo que se ve obligada a representar un papel que no le corresponde. Leo no confía en ella y la mantiene estrechamente vigilada, mientras Isidora es consciente de que, si el caballero descubre su secreto, no dudará en ajusticiarla por su propia mano. Entretanto, ambos mantienen una lucha de voluntades impulsada por el incontrolable deseo que se ha despertado entre ellos, un deseo que, debido a la cercanía a la que se ven obligados, se convertirá en algo más profundo y que colocará al León en una situación que lo obligará a elegir entre el deber y el amor.