bookmate game
Ida Vitale

Poesía reunida (1949–2015)

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    PARA qué incurrir en historia,

    de qué vale acariciar el pan de ayer,

    con un resplandeciente dedo de lágrimas

    su miga manejada.

    El aire de hoy recibe las azaleas nuevas,

    cuando el pétalo usado, el perfume ya triste,

    mueren sin sitio.

    Todo tiene su norma de olvido,

    su organizada tumba y el silencio de orden.

    Todo camina al día y como un musgo

    se propaga en amor hacia la tarde.

    Sólo yo, vestíbulo de sombras,

    asilo los despojos en mi sangre

    para que tiemble como un laúd de sal

    y aún sobrevivo.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    LA muerte es la menor distancia

    entre los sueños,

    el cálculo más breve,

    el gesto sin torpeza.

    Los amantes que cierran

    las puertas como noches

    para darse sus vidas

    lo saben, mientras hunden

    en la espuma del gozo

    apenas pensamiento,

    terror apenas dicho.

    Lo saben pero piden

    seguidamente treguas

    para cavar sus túneles

    entre sordas memorias.

    En tanto, el puente aguarda

    de luz a luz tendido,

    pacientemente fácil,

    su paso de fantasmas.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    ESCRIBO, escribo, escribo

    y no conduzco a nada, a nadie;

    las palabras se espantan de mí

    como palomas, sordamente crepitan,

    arraigan en su terrón oscuro,

    se prevalecen con escrúpulo fino

    del innegable escándalo:

    por sobre la imprecisa escrita sombra

    me importa más amarte.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    LOS párpados caen,

    la cabeza derrocada

    cae hacia atrás.

    El peso de la corona del amor

    es arduo.

    Es rey y muere.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    EN la claridad de la noche

    canta el grillo, no el hombre,

    por cualquier jardín

    donde se asoma el paraíso.

    Ríspida sal sonora

    y también jazmín dulce

    que crece y crea el vaivén del horizonte;

    es la estrella y su eco

    silencio y clamoroso cántico,

    secreta coincidencia

    donde todos los límites concuerdan.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    No vio la conyugal Sicilia

    ni muchas calles de Montevideo.

    Durante décadas le bastó una amiga

    y los recuerdos de un Rosario mínimo.

    Sólo insistía en recordar el nombre

    en italiano del durazno.

    Como el sabor, se le olvidaba.

    Sé que sobre sus faldas tibias,

    tibia dormía otra Verdad secreta

    que acunó su quietud.

    La luz bajo cortinas de filé melancólico,

    por años la enfrenté desde otra mecedora,

    sin lograr alcanzarla.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    COLIBRÍ
    LA resolana que vibra,

    un breve sol en el seto

    un ts ts que al aire libra

    su peligroso secreto

    y ya la flor disminuye

    ante el prodigio de pluma

    que surge y deslumbra y huye

    y sólo alcanzo por suma

    terca de años, en que presa

    del hechizo, sigo en vano

    la milagrosa destreza

    que lo suspenda en mi mano

    y entonces por un segundo

    sentir cómo late el mundo.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    TODO aquí es palimpsesto,

    pasión del palimpsesto:

    a la deriva,

    borrar lo poco hecho,

    empezar de la nada,

    afirmar la deriva,

    mirarse entre la nada acrecentada,

    velar lo venenoso,

    matar lo saludable,

    escribir delirantes historias para náufragos.

    Cuidado:

    no se pierde sin castigo el pasado,

    no se pisa en el aire.
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    AGRADEZCO a mi patria sus errores,

    los cometidos, los que se ven venir,

    ciegos, activos a su blanco de luto.

    Agradezco el vendaval contrario,

    el semiolvido, la espinosa frontera de argucias,

    la falaz negación de gesto oculto.

    Sí, gracias, muchas gracias

    por haberme llevado a caminar

    para que la cicuta haga su efecto

    y ya no duela cuando muerde

    el metafísico animal de la ausencia.*
  • Ana Saenzcompartió una citahace 7 meses
    ABRIR palabra por palabra el páramo,

    abrirnos y mirar hacia la significante abertura,

    sufrir para labrar el sitio de la brasa,

    luego extinguirla y mitigar la queja del quemado.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)