Primavera y verano

Lovecraft, Clark Ashton Smith, Frank Belknap Long, Fritz Leiber, Robert Bloch, Richard Matheson y Shirley Jackson

El escribir agitó más recuerdos de los que yo creía tener. Escribir sobre uno mismo se parece muchísimo a hundir una vara en el agua clara de un río y remover el légamo del fondo.

Me dijo que no creía que nadie pueda morir feliz, pero que uno puede morir bien. Y eso me impresionó.

ecuerda que la esperanza es una buena cosa, Red, tal vez lo mejor del mundo, y lo bueno jamás muere.

permiten vivir, y eso es precisamente lo que te impiden, lo que te quitan o te quitan al menos todo cuanto en la vida merece la pena.

El hecho de que haya bastantes personas deseando que uno recuerde algo suele ser extraordinariamente convincente.

«Me armé de una ración doble de valor alcohólico»

«Las cosas son así. Pueden creerme o no». No le creyeron.

Cuando estaba contento por algo sólo te daba leves indicios; y cuando algo le preocupaba se lo guardaba todo para él. Nadie podría decir si pasó alguna vez lo que un místico llamó noche oscura del alma. Era el tipo de individuo que si hubiera decidido suicidarse no habría dejado ninguna nota, pero sí todos sus asuntos en orden

Era el tipo de individuo que si hubiera decidido suicidarse no habría dejado ninguna nota, pero sí todos sus asuntos en orden.