Libros
Rosario Castellanos

El eterno femenino

  • Soliloquios Literarioscompartió una citahace 2 años
    ADELITA: ¿Pos qué no la ve? Panzona, meciéndose muy por encima de todos, llena de dulces, de frutas, de cosas que se deben de regalar, de repartir entre todos. ¡La piñata son los ricos!
  • Rocío Toledocompartió una citahace 2 años
    Que las mujeres, sin darse cuenta, se pusieran a pensar. El mismo refrán lo dice: piensa mal y acertarás. El pensamiento es, en sí mismo, un mal. Hay que evitarlo.
  • Milliecompartió una citahace 3 años
    La gente es capaz de darlo todo con tal de no pensar. Sí, pensar: el gran riesgo del ocio.
  • Jośe Carrasco Amadorcompartió una citahace 3 años
    La muerte será la prueba de que hemos vivido.
  • Miriam Priscilacompartió una citahace 5 días
    La alegría campea a lo largo de sus ensayos y artículos periodísticos, a los que sólo en ocasiones ensombrece el recuerdo de aquella vida anterior donde imperaran la soledad y la eterna presencia de la muerte.
  • Miriam Priscilacompartió una citahace 5 días
    La alegría campea a lo largo de sus ensayos y artículos periodísticos, a los que sólo en ocasiones ensombrece el recuerdo de aquella vida anterior donde imperaran la soledad y la eterna presencia de la muerte.
  • Gerardo Gutiérrez Díazcompartió una citael año pasado
    PEINADORA (Asombrada y complacida.): ¿Otro?
  • Gerardo Gutiérrez Díazcompartió una citael año pasado
    La peinadora está terminando de colocar los tubos, la red, los protectores contra el calor en las orejas de una cliente. La dueña vigila, con ojo de águila, el correcto funcionamiento de su negocio. Se abre la puerta para dar paso al agente de ventas, viejo conocido en esos rumbos, con quien se intercambian los gestos rituales de saludo. La dueña lo lleva a un sitio en el que puedan, cómodamente, discutir y anotar el pedido. El agente saca de su portafolio su as de triunfo: un nuevo catálogo.
  • María José Ramírez Padillacompartió una citael año pasado
    Es aconsejable la exageración, de la misma manera que la usan los caricaturistas, a quienes les bastan unas cuantas líneas para que el público identifique a los modelos en los que se inspiraron sus figuras.
    El texto, como se avisa desde el principio, es el de una farsa que, en ciertos momentos, se enternece, se intelectualiza o, por el contrario, se torna grotesca
  • Mateo Miramontes Caamañocompartió una citael año pasado
    Las luces y las imágenes del salón se desvanecen con lentitud y, de pronto, vemos a Lupita en una feria con sus juegos,
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