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Libros
Eva Castañeda

Decir otro lugar

  • Alejandra Arévalocompartió una citahace 4 años
    Nosotros atravesando un país de balas con el corazón entre los dientes.
  • Alejandra Arévalocompartió una citael año pasado
    Mi amor estuvo en ti todas las veces que miraste lo trivial.

    Veníamos de hacernos fuertes. Llegamos hasta aquí,
    y nos ha costado mucho.

    Llegamos porque nos aprendimos

    de memoria estas palabras:

    Podemos perder ese miedo ancestral y dar

    un solo paso a la orilla del camino y sentarnos

    tranquilamente a ver pasar el sol por nuestros ojos.

    Podemos.

    Habrá que repetirlo.
  • Alejandra Arévalocompartió una citahace 4 años
    Te llamé ternura, ruina, indolencia. Te llamé castigo o lo que fuera. Te llamé aún cuando y porque a unos metros las bombas nos desmoronaban. No era la guerra. Te estoy diciendo que era otra cosa.
  • Gabriel Galavizcompartió una citael año pasado
    la afirmación de que el aire y la luz es lo que nos queda cuando estamos a punto de ser doblados.
  • Margaritacompartió una citahace 4 años
    Quiero pedirte que no perdamos de vista este timón, aunque endeble y a punto de quebrarse, es la insuficiente brújula para extraviarnos un poco menos, para que un poco menos el desastre nos alcance. Porque, es cierto, podemos quedarnos quietos y dejar que esto suceda. Dejar a los tropeles acercarse, arremeter porque eso harán. Podemos cerrar los ojos y acelerar este naufragio. Pero aquí un timón, y eso no debemos ignorarlo
  • Margaritacompartió una citahace 4 años
    Tu cuerpo ordena una pequeñísima parte del mundo, lo demás es el sitio de la rapiña. Luego las batallas que no paran, nunca paran, por eso algo de nosotras se hace más fuerte
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 10 días
    Mi amor fue la intención de hacerlo, aunque tú nunca lo supiste
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 20 días
    del mundo, te lo juro, no será una explosión.
    Será algo más parecido a la marcha de miles de insectos juntos.
    Será.
    No reclam
  • GisEllacompartió una citael mes pasado
    Pero no, la vida son las cosas que pasan en la horrible ciudad que siguen construyendo y esa manía de vender flores en cada esquina, carísimas. Nunca me alcanzó para llevarte ni un ramillete de hierba adornada con listones. Mi amor fue la intención de hacerlo, aunque tú nunca lo supiste. Luego esa canasta de frutos rojos: zarzamoras, fresas, arándanos, cerezas, madroños y moras; las veías como si fueran algo importante, como si en cada una de ellas brillara la verdad.
  • GisEllacompartió una citael mes pasado
    Yo era un satélite. Satélite mujer. Satélite hombre. Te acompañaba: si tú dabas vuelta, yo también. Si te perdías, yo también. Tu órbita, es decir tu trayectoria, fue la mía. Te seguí, porque era un satélite, qué otra cosa podía hacer. Me gustaba decir que era un cuerpo orbitante. Yo orbitaba. Me necesitabas como yo a ti. Piensa en ello: me necesitabas como yo a ti. Piensa en ello.
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