William Ospina

El taller, el templo y el hogar

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En estos nueve ensayos, William Ospina reflexiona sobre la situación en la que está un capitalismo salvaje que ha desacralizado la naturaleza y el trato entre los hombres, y que tiene al planeta al borde de su colapso natural y a la humanidad en la desigualdad, la rudeza, la soledad, el sinsentido. Ospina busca los orígenes de semejante precipicio, lo describe, lo deplora, pero al tiempo propone soluciones, muestra el camino hacia una recuperación de los valores perdidos y resalta la importancia o, mejor, la urgencia de hacerlo. Echando mano de la historia, de la literatura, de momentos reveladores de la poesía, de las mitologías y las religiones, así como de sus experiencias personales, Ospina invita a una mirada paciente y crítica sobre nuestro mundo, una agudeza que es, a la vez, de una calidad estética que suele atribuirse solamente a las obras de ficción. «Pero no es por salvar las reliquias del pasado, de las edades heroicas y de los bellos sueños de una humanidad más lenta y más sencilla por lo que hay que resistir y buscar el renacimiento de lo sagrado: es porque en el vértigo de este remolino de desmemoria y de escombros, cada vez parece más cercano el colapso. Y si bien el planeta podría persistir sin nosotros, girando con su cementerio de hazañas, de inventos y de cosas bellas en las tinieblas de la noche cósmica, algo en nosotros se resiste a aceptar que renunciáramos a tanto por tan poco, y que habiendo tenido en nuestras manos el mundo generoso de Whitman y de Shakespeare, nos hayamos resignado al mundo mezquino de la vida sin sueños y de la muerte a plazos»
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154 páginas impresas
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Opiniones

  • mirandathillscompartió su opiniónhace 6 meses
    👍Me gustó
    💡He aprendido mucho
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Citas

  • mirandathillscompartió una citahace 6 meses
    El hombre es un dios cuando sueña y solo un mendigo
    cuando piensa.
  • mirandathillscompartió una citahace 6 meses
    los domingos, qué raro, la gente se levanta temprano para irse al templo, que se van todos al templo a rezar para merecer el cielo, para ganarse el cielo. Y añade: “Yo no, yo me quedo en el jardín. Porque mientras ellos van a tratar de ganarse el cielo, yo prefiero quedarme en él desde el comienzo”
  • mirandathillscompartió una citahace 6 meses
    si la miramos en perspectiva también era una época en la que el agua era pura y el mundo estaba lleno de bosques, bosques embrujados, y el aire no estaba contaminado.
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