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Nazareth Castellanos

El espejo del cerebro

  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Mathieu Ricard, el científico biólogo y monje tibetano dijo una frase que encendió el debate: «La conciencia es como un espejo que refleja lo que ve». Los científicos enseguida alegaron que no puede existir tal espejo puro que no distorsione lo que refleja. Es decir, el cuerpo da forma a la mente y aún más, la genera, defendía la comunidad académica. Tras una larga y muy enriquecedora discusión ambos sellaron la paz con el abandono de la dualidad, la mente y sus contenidos son dos aspectos de la conciencia. La palabra espejo molestaba a la comunidad científica así que Mathieu Ricard acabó el debate diciendo: «La conciencia pura es la llama que ilumina todos los objetos de su alrededor, incluida ella misma».
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Las calles por las que paseábamos aquel día Ole y yo son las mismas que recorría el sabio William Blake en el siglo XIX, aquel que decía: «Para ver un mundo en un grano de arena y un paraíso en una flor silvestre, sostén el infinito en la palma de la mano y la eternidad en una hora».
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Tras varias horas de ascenso a la montaña, los porteadores se pararon, ante la sorpresa de los senderistas.
    — ¿Qué sucede? —les reprocharon.
    — Los estamos esperando. Sus cuerpos nos acompañan pero sus mentes todavía no han abandonado el refugio, contestaron.
    Es parte de un cuento que recoge la sabiduría de Senegal.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    La Universidad de Harvard fue la primera en mostrar que la práctica regular de la meditación producía cambios en la anatomía del cerebro. Su estudio, publicado en el año 2005, mostraba que los meditadores tienen mayor grosor en diferentes áreas del cerebro, pero especialmente en la CPF. El aumento de las áreas frontales del cerebro supone más recursos neuronales involucrados en sostener la atención. Es decir, tenemos más neuronas implicadas en el proceso de atención y por tanto se incrementa la capacidad de mantenernos concentrados. Esto representa un beneficio no solo para meditar, sino para cualquier actividad que estemos realizando.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    El poema «Murallas», de Constantino Cavafis, evoca para mí la huida silenciosa por la que escapamos de la vida consciente. Desde la neurociencia, esa huida se encarna en la formación de redes neuronales que se activan por defecto, sin preguntarnos, sin dar pistas de su construcción y que una vez consolidadas nos apartan de la experiencia. El poema dice así:
    Sin consideración, sin piedad, sin recato
    grandes y altas murallas en torno mío construyeron.
    Y ahora estoy aquí y me desespero.
    Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino;
    porque afuera muchas cosas tenía yo que hacer.
    Ah cuando los muros construían cómo no estuve
    atento.
    Pero nunca escuché ruido ni rumor de constructores.
    Imperceptiblemente fuera del mundo me encerraron.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Son muchas las veces que se ha recordado que meditar no es no hacer nada, sino relacionarse con la propia experiencia, intimar con nuestros estados mentales. Y, según observa la psicología científica, familiarizarnos con el propio ser nos produce bienestar. Sin embargo, en el año 2014 la Universidad de Harvard publicó un artículo en la prestigiosa revista científica Science que mostraba que la mayoría de las personas prefieren hacer cualquier tarea mundana antes que estar a solas consigo mismo. Pero el experimento reveló más detalles preocupantes: los participantes prefirieron generarse dolor físico antes que estar unos diez minutos a solas con sus pensamientos. Los autores de dicho trabajo comenzaban el artículo con una frase de John Milton que dice: «La mente es nuestra casa, y puede ser el infierno o el paraíso».
  • Valeria Valderramacompartió una citahace 2 años
    Recuerde el lector los experimentos de Harvard que invitaban a realizar la tarea que se estuviera haciendo en cuerpo y mente. Si barres, barre. Si lees, lee. Si escribes, escribe. Si sufres, sufre. Y si disfrutas, disfruta, se podía concluir de aquel estudio. Para ello el principal ingrediente es aprender a dar cuenta, reforzar en nuestro cerebro la red neuronal formada por la corteza cingulada anterior y la ínsula que actúan como una suerte de espejo en el que se mira el cerebro, y que según indican los estudios a veces ese cerebro queda empañado por la ensoñación o por la falta de costumbre de mirarse.
  • Valeria Valderramacompartió una citahace 2 años
    No es tarea fácil reeducar al cerebro a tomar un circuito frente a otro, pero es una capacidad más que reconocida por la neurociencia. Lo voluntario frente a lo involuntario.
  • Valeria Valderramacompartió una citahace 2 años
    Si importante es lo que suceda dentro del cuerpo, imprescindible es lo que pasa en su estructura.
  • Valeria Valderramacompartió una citahace 2 años
    Mathieu Ricard acabó el debate diciendo: «La conciencia pura es la llama que ilumina todos los objetos de su alrededor, incluida ella misma». Un sector de la neurociencia prefiere decir que el cerebro, o cuerpo, “da lugar a la mente”, otros mantienen que “la genera”. Yo apuesto por “dar lugar” ya que simboliza la dependencia de la mente o consciencia de las condiciones del cuerpo pero elude hablar de generación.
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