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Andrés Vázquez de Prada

Sir Tomás Moro. Lord Canciller de Inglaterra

  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    Ya te va llegando la hora,

    Cándido amigo,

    de acabar el mariposeo

    con los amores»6
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    que Dios pide al hombre es amor, y del amor florece la santidad, y cuando la historia lo ha menester, Dios da las gracias necesarias para que siempre surja uno de esos santos que han de enfrentarse con los grandes problemas de cada tiempo.
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    Tomás continuaba ejerciendo la profesión de leyes y no desdeñó el lanzarse pronto a los cargos públicos. Su tren de acción en nada se diferenciaba del de colegas y compañeros, ni por su modo de vestir ni por su manera de comer o saludar. Con pasmosa sencillez vivía con Dios sus normas espirituales, la oración y la mortificación: con perseverancia y con ardiente amor, a escondidas de la mirada curiosa de las gentes.
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    Moro aprendió de Pico que el destino humano está por encima de culturas y civilizaciones y que la misión del amante es transformar la sociedad en que vive, cristianizando las empresas humanas y restableciendo el señorío de Cristo en el universo.
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    El deleite, breve y poco.

    La vida, sueño y sombra.

    La muerte, aparejada y arrebatada...»
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    Creo que lo más admirable de la vocación de este abogado londinense es que decidiera apearse valientemente de la idea que durante muchos y prolongados meses fue su caballo de batalla
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    joven vino a encontrarse en una situación que puede definirse como «un estar en el mundo sin ser del mundo». Y esto, que puede sonar a paradoja, no supone incompatibilidad ninguna, pues es la situación en que se hallan los miembros de la ciudad celeste mientras peregrinan por la tierra
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    Fecerunt Civitates duas amores duos... Dos amores han creado estas dos ciudades. Una de ellas procede del amor propio que lleva al desprecio de Dios; la otra, del amor divino en desprecio de uno mismo.
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    ciudad de Dios es una ciudad sin fronteras ni murallas, abierta a cuantos allí quieren acogerse de buena voluntad.
  • gustavo chiodicompartió una citahace 3 años
    san Pedro y san Pablo, en sus epístolas y en su conducta, enseñaron cómo debe vivirse en sociedad: hay que aceptar las leyes, prestar homenaje y obediencia a las autoridades, pagar los tributos y prestaciones debidas al fisco. Pero si el cristiano cumple lealmente tales obligaciones es razonable que exija respeto a sus derechos. San Pablo los reclamó con valentía, y en diversas ocasiones exigió que se le tratase como ciudadano romano, con todos los honores.
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