Vicente Leñero

El evangelio de Lucas Gavilán

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  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    También la agarraba contra los humildes que no sabían sino quejarse:
    —¡Bola de pendejos, defiéndanse, no se dejen explotar!
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Me limpio con sus novenarios! En lugar de tanta rezadera, lo que Dios quiere de ustedes es que hagan algo contra esta pinche situación de injusticia, ¿no la sienten? Y si su fe no les sirve para eso, olvídense; ya lo dice el Evangelio: si un árbol no da fruto, a la chingada
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Lo oía por primera vez, y oyéndolo hablar de un amor a Dios que sólo podía entenderse como entrega a la causa de la justicia, el hijo del albañil sintió una especie de escalofrío, un calambre, una comezón en el cuerpo
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Con Jesucristo Gómez andaba siempre el Diablo Samperio, albañil también
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    —Si tú también estás jodido no vas a ayudar a nadie —le replicó Samperio—. Primero ayúdate a ti mismo, haz tus centavos, y ya luego regresas a dártelas de redentor. Lo que necesitan los jodidos es lana, no palabras, eso no llena el estómago
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    El Diablo Samperio se fue a la capital a trabajar en la compañía constructora, y en mucho tiempo no volvió a ver a Jesucristo Gómez
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Dicen que anduvo un tiempo por Michoacán. Al menos hay la seguridad de que lo vieron en Uruapan
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Regresó Jesucristo al mundo! ¡Regresó para salvarnos!
    —¡Bendito sea el nombre de Jesucristo! —coreaba Ana la Caraja.
    Levantaron a Simeón Terrones. María David le limpió la sangre de la boca y luego lo llevó del brazo hacia las afueras del templo.
    —Ya me puedo morir tranquilo —murmuró Simeón Terrones a María David—. Ciego ciego, pero ya vi la salvación.
    Llegaron al atrio. La mano derecha de María David acarició la cabeza blanca del anciano
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Por qué hay pocos que tienen mucho y muchos que tienen poco? —preguntaba Jesucristo.
    —¿Por qué hay gente pidiendo limosna en la entrada de la iglesia?
    —¿Por qué hay cárcel en el pueblo?
    —¿Por qué le damos dinero a la señora de la tienda?
    —¿Por qué el señor cura es tan rico?
    —¿Por qué doña Mercedes les pega a sus hijos?
    —¿Por qué se muere la gente? —preguntaba Jesucristo Gómez a su madre
  • Eliana Sotomayorcompartió una citahace 5 años
    Pues qué mundo tan pinche —dijo Jesucristo
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