En la dura y febril Nueva York de principios del siglo XX, Bradshaw Verlen ha logrado convertirse en un importante ingeniero e inversor. Quienes lo han visto crecer en el barrio pobre del que proviene, lo temen y envidian, y la clase social en la que ha irrumpido reniega de él. Pero a Bradshaw todo eso lo tiene sin cuidado, porque sus inventos para mejorar la productividad y seguridad de las fábricas lo están haciendo rico, y le basta con eso… Hasta que un día tropieza por la calle con Kate, una joven irlandesa, y empieza a desear algo más. Sin embargo, la vida de Kate, al igual que los planos de Bradshaw, tiene líneas y trazos enrevesados, y ella sencillamente no puede enamorarse de un desconocido.