Ha pasado el tiempo. Mark y Frank ya son padres de Charlotte, continúan residiendo en Queens y amándose con la misma pasión del primer día.
La vida da vueltas sorprendentes y, en una de ellas, asisten a una fiesta de los famosos Estudios Kaufmann que resultará crucial para su futuro. Sin embargo, el fantasma del pasado regresa encarnado en Patricia Van der Veen, que desarrolla una perversa y destructiva obsesión de venganza contra ellos. Mark y Frank tendrán que luchar con todos los medios a su alcance para mantenerse unidos y proteger a su hija. Aunque eso signifique amarse en la distancia y que Mark descubra Cork, Irlanda, la tierra de su abuelo.
«No os engañéis: el amor de verdad no duele, no hace daño, todo lo contrario; te sana, te cambia, te hace crecer, te da fuerzas, una fuerza sobrehumana que no imaginabas que tenías; te llena de esperanza, una gran esperanza que no sabías que existía».