La sociedad líquida en que vivimos se encuentra inmersa en una carencia de valores, donde el concepto de Dios parece casi olvidado y donde premia más el materialismo que los principios morales, humanos y evangélicos, por ello el autor nos invita en este libro a redescubrir la alegría de creer en aquel que es modelo de vida nueva y que colma todas las aspiraciones del hombre: Jesucristo. La fe no es solamente un conocimiento acartonado de verdades frías y ajenas al hombre, sino que es vivir la experiencia misma de Cristo resucitado, para después ayudar a los otros a encontrar la verdadera felicidad.
