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José Antonio Galindo Rodrigo

Amar a Dios con san Agustín

  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    Hay otro grado de dispersión no tan grave; es el que padece la mayor parte de los seres humanos, aunque no sean malos; incluso los santos padecen este grado de dispersión en ocasiones, aunque ellos procuran centrarse en Dios todo lo más que se puede en esta vida mortal. En efecto, «la existencia cotidiana se ve aturdida por todos lados con el ruido de muchas cosas. Cosas, de ordinario, insignificantes y despreciables, con las que es tentada todos los días nuestra curiosidad y en las que caemos de continuo»[4].
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    «me agitaba, y derramaba, y esparcía, y hervía con mis fornicaciones, y Tú callabas, oh tardo gozo mío»[1]. Y en otro pasaje dice: «De esa manera llega el hombre a verse disipado en los asuntos y negocios temporales; sus pensamientos, que son las entrañas íntimas del alma, se ven despedazados por tumultuosos y tensos conflictos de encontrados afectos, y toda su vida interior convertida en un espantoso desorden y destrucción»
  • juan diego esquivias padillacompartió una citael año pasado
    Dice san Agustín: «Menos te ama, Señor, aquel que ama muchas cosas y no las ama por ti»[20].
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