Desde hace tiempo se viene presumiendo de la honradez y justicia del juez y abogados de Cheyenne. Acaban de liberar a Bob Aitkin por considerar su crimen en legítima defensa. Todo el pueblo adora y admira al juez por esto, menos el fiscal. Es el único que parece haberse dado cuenta de lo que ha pasado en el “Teatro de la Injusticia”, como él le llama. Indignado, hará todo lo posible y contactará con quien haga falta para que cosas tan injustas como la liberación de Bob no vuelvan a suceder en Cheyenne.