Hitler y Mussolini combatieron en la Primera Guerra Mundial, así como muchos otros nazis y fascistas, brutalizados por su experiencia de lucha en las trincheras. En la Europa de entreguerras, el ascenso del fascismo vino acompañado de los problemas de reintegración de millones de veteranos. Mutilados, condecorados, resentidos por la derrota o insatisfechos con los réditos de la victoria, se organizaron en potentes asociaciones y movimientos sociales. No obstante, una amplia mayoría de los excombatientes jamás apoyaron el fascismo y demostraron, en cambio, inclinaciones pacifistas y democráticas. Los historiadores se han topado muchas veces con esta paradoja: si bien muchos fascistas eran excombatientes, muy pocos excombatientes se convirtieron en fascistas.
Para resolver este enigma, este libro es el primero en estudiar profundamente, con iluminadores detalles y una amplia narrativa, la relación entre los veteranos de guerra y el fascismo a nivel europeo a través de los casos de la Italia fascista, la Alemania nazi, la Francia de Vichy y la España de Franco. La violencia política; los estereotipos, mitos y discursos sobre los veteranos de guerra; las redes de contacto entre excombatientes y fascistas que se extendieron por todo el continente, y los avatares de la política internacional que condujeron a nuevos conflictos bélicos como la Segunda Guerra Mundial se desgranan como factores fundamentales para entender uno de los periodos más trágicos de la historia de Europa.