Antonio Santa Ana

Los ojos del perro siberiano

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  • María Cortéscompartió una citahace 4 años
    No lo sabía en esos años y no estoy seguro de estar en lo cierto ahora, pero sospecho que uno se hace lector para completar lo inacabado. Para completarse.
  • Miza J Gaxiolacompartió una citahace 5 años
    Hay muchos que piensan que nuestro destino ya está escrito, que ninguna de nuestras acciones es fruto del azar, que nada de lo que hagamos puede modificar nada. Me cuesta creerlo.

    Me cuesta creer que toda esta confusión es sólo producto del destino.

    Me gustaría que mi todo volviera a estar en orden, tranquilo como hoy está el río.
  • Jośe Carrasco Amadorcompartió una citahace 5 años
    Ninguna enfermedad te enseña a morir. Te enseñan a vivir. A amar la vida con toda la fuerza que tengas
  • Fernando Cuicacompartió una citahace 6 años
    Pero siempre hay un lugar de nosotros en el que no dejamos que entre nadie más. Yo creo que eso es lo que hace a las relaciones con los demás tan interesantes, esa certeza que, aunque nos lo propongamos, nunca los vamos a conocer del todo.
  • Evelin González.compartió una citahace 6 años
    Pero ¿cómo desearle feliz año a alguien que probablemente no lo termine?
    Me acerqué a Ezequiel y le dije un «te quiero» apenas susurrado. Él me abrazó y me dijo: «Yo también».
    Era todo lo que necesitaba oír.
  • Erikacompartió una citahace 4 meses
    Comprendí que la luz del sol es despiadada, son las sombras las que nos protegen.
  • Erikacompartió una citahace 4 meses
    La memoria suele tender muchas trampas.
  • Erikacompartió una citahace 4 meses
    —Tal vez lo bueno de los abismos sea —concluyó la abuela— que se pueden hacer puentes para cruzarlos.
  • Lucíacompartió una citahace 2 años
    Comprendí que la luz del sol es despiadada, son las sombras las que nos protegen.
  • Lucíacompartió una citahace 2 años
    de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. En tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.
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