Amos Oz

La bicicleta de Sumji

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Carolina Diego lopezcompartió una citahace 2 años
    para mis adentros
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    ¿Por qué cesó el amor? Esa no es más que una pregunta. Pero hay otras muchas que podría hacer si quisiera. ¿Por qué pasó aquel verano y el verano siguiente? ¿Y el otro verano, y el otro y el otro? ¿Por qué cayó enfermo el ingeniero Inbar? ¿Por qué todo cambia? Y ¿por qué, ahora que estamos puestos en hacer preguntas, por qué, ahora que he crecido, estoy todavía aquí y no entre las montañas del Himalaya ni en la tierra de Obangui-Shari?
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    Hacia el final del año escolar nuestro amor continuaba intacto, y también un poco después, durante las vacaciones de verano. Qué motes nos pusieron en clase, qué historias contaban, qué cómico lo encontraban. Pero durante todo el tiempo en que nos amamos uno al otro nada nos preocupaba. Entonces terminó nuestra amistad y rompimos, no diré a cuenta de qué. ¿No he escrito ya, en el prólogo, cómo se empeña en pasar el tiempo y cómo cambia el mundo entero? De hecho, esto me lleva al final de mi historia. Puedo contarlo en una sola frase. Cómo me dieron una vez una bici y la cambié por un tren; cómo, por el contrario, me quedé con un perro; cómo encontré un sacapuntas en vez del perro y cómo lo di como prenda de amor. Y ni siquiera esto es la verdad, porque el amor estuvo allí todo el tiempo, antes de desprenderme del sacapuntas, antes de que empezaran todos estos intercambios.
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    Esti me odia. Peor que eso. Ni siquiera piensa en mí.
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    En derredor fluían la tibieza y la paz de la noche temprana. Oí el rumor de las radios por las ventanas entreabiertas, el sonido de las voces, que reían o regañaban. Puesto que a nadie le importaba ya qué me ocurriera —ni en ese instante ni durante el resto de mis días—, a mí no me importaba tampoco qué ocurriera a los otros. Sin embargo, a pesar de todo, sentí pena en ese momento, porque en el mundo todas las cosas continuaban cambiando y nada permanecía igual, y pena también de que aquella noche nunca fuera a regresar, pese a no tener motivos para amar aquella noche. Al contrario, más bien. Con todo, sentía tristeza por todo lo que fue y ya no sería una segunda vez.
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    ¿por qué me odian tanto esos pedazo de cabrones? Y de pronto supe, en lo más hondo de mi corazón, que era tan culpa mía como suya.
  • Añita Piñacompartió una citahace 3 años
    Y en cuanto a mí, que tengo más o menos once años y dos meses, he cambiado por completo, cuatro o cinco veces, en el curso de un solo día. Así que ¿por dónde empezaré a contar mi historia? ¿Por el tío Zémaj o por Esti? Cualquiera de los dos serviría. Pero creo que empezaré por hablar de Esti.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)