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Yukio Mishima

El sol y el acero

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  • Alancompartió una citahace 2 años
    Mi imaginación no me proporcionaba pista alguna en cuanto a la naturaleza de la embriagadora visión que yo detectaba en aquel violento esfuerzo físico. Durante muchos meses, por tanto, ese enigma siguió ocupando mis pensamientos; no fue hasta mucho más tarde, después de que me iniciara en el lenguaje de la carne, cuando ayudé a portar en hombros un relicario y pude resolver al fin el misterio que me atormentaba desde la infancia. Aquellos jóvenes miraban simplemente al cielo. No había en sus ojos ninguna visión: solo el reflejo del cielo azul y absoluto de principios del otoño. Empero, ese cielo azul era un cielo insólito que yo tal vez no volvería a ver jamás: tan pronto colgado allá en lo alto, como ya sumiéndose en las profundidades; siempre cambiante, extraña mezcla de lucidez y locura.
  • Alancompartió una citahace 2 años
    Mucho más adelante, gracias al sol y al acero, iba yo a aprender el lenguaje de la carne como quien aprende un idioma extranjero. Fue mi segunda lengua, un aspecto de mi desarrollo espiritual. Mi intención es hablar de ese desarrollo. Como historia personal, me temo que será distinta de todo lo conocido y, en consecuencia, extremadamente difícil de seguir.
  • Alancompartió una citahace 2 años
    Pero tal como yo veía las cosas, el cuerpo debería haberse manifestado, de forma clara e inequívoca, como algo existente. De lo que se sigue que cuando se manifestó irrefutablemente como una aterradora paradoja de la existencia —como una forma de existencia que rechazaba la existencia—, me entró el mismo pánico que si hubiera visto un monstruo, y en consecuencia lo odié. No se me ocurrió pensar que para otros hombres —todos sin excepción— era lo mismo.
  • Alancompartió una citahace 2 años
    Esta antinomia descansaba en la suposición de que yo mismo estaba desprovisto de carne, de realidad, de acción. Es cierto, desde luego, que al principio la carne llegó a mí tardíamente, pero yo ocupaba la espera con palabras. Sospecho que debido a la tendencia que he mencionado antes, yo no la percibía, entonces, como «mi cuerpo». De haberlo hecho, mis palabras hubieran perdido su pureza. Habría sido violado por la realidad, que se convertiría así en algo ineludible.
  • Alancompartió una citahace 2 años
    El lógico corolario de esta tendencia era que yo solo debía admitir sin ambages la existencia de la realidad y del cuerpo allí donde las palabras no tenían parte alguna; realidad y cuerpo se convirtieron para mí en sinónimos, objetos, casi, de una suerte de fetichismo
  • Alancompartió una citahace 2 años
    Las palabras son un medio de reducir la realidad a una abstracción a fin de transmitirla a nuestra razón, y detrás de su poder cáustico acecha inevitablemente el peligro de que las propias palabras sean corroídas. De hecho, sería más apropiado comparar su acción a la de un exceso de jugos gástricos que digieren y gradualmente corroen el estómago mismo.
  • Alancompartió una citahace 2 años
    Meditando sobre su naturaleza, llegué a la conclusión de que el «yo» en cuestión se correspondía exactamente con el espacio físico que yo ocupaba. En resumidas cuentas, lo que estaba buscando era un lenguaje del cuerpo.

    Si mi ser era mi morada, entonces mi cuerpo era como un huerto alrededor de la misma. Una de dos, podía cultivar ese huerto en toda su extensión, o dejar que la maleza se adueñara de él. La elección era libre, pero esa libertad no era tan ostensible como se podría pensar. En efecto, mucha gente acaba llamando «destino» a los huertos de sus respectivas moradas.
  • ₳Ⱡ₳₦ ̴Fantasmacompartió una citahace 5 años
    Las palabras son un medio de reducir la realidad a una abstracción a fin de transmitirla a nuestra razón, y detrás de su poder cáustico acecha inevitablemente el peligro de que las propias palabras sean corroídas.
  • ₳Ⱡ₳₦ ̴Fantasmacompartió una citahace 5 años
    Meditando sobre su naturaleza, llegué a la conclusión de que el «yo» en cuestión se correspondía exactamente con el espacio físico que yo ocupaba. En resumidas cuentas, lo que estaba buscando era un lenguaje del cuerpo
  • ₳Ⱡ₳₦ ̴Fantasmacompartió una citahace 5 años
    la noche de la confesión y el día de la crítica. El «yo» del que voy a ocuparme no es el «yo» que concierne estrictamente a mí mismo, sino algo más, el residuo que queda después de que todas las palabras que he pronunciado redundan en mí, algo que ni concierne ni redunda.
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