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Danielle Paige

Dorothy debe morir

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  • yunnuejb18compartió una citahace 4 años
    —¡Amy! —gritó el Mago—. Yo me encargo de Glinda. ¡Tú llévate a Ozma! Ollie y Maude os guiarán hasta donde están los demás monos.

    Me giré, mirando hacia todas partes. ¿Ozma?

    Y entonces la vi. La burbuja verde que el Mago había creado alrededor de Pete para protegerlo se estaba disolviendo; al hacerlo, el cuerpo de Pete también se disolvió. En lugar del misterioso jardinero que había sido mi amigo hasta un momento antes, apareció la verdadera princesa de Oz, que parpadeaba.

    —Amy —dijo—. Amy-Amy-Amy-Amy.

    Igual que yo me había estado ocultando tras el rostro de Astrid, Ozma se había ocultado tras el de Pete.
  • yunnuejb18compartió una citahace 4 años
    —¡Mátala! —chilló Dorothy, tan fuerte que pensé que me reventaría los tímpanos—. ¡Mata a esa zorra!

    —No te has enterado —dije mientras me lanzaba hacia ella, bajando el hombro—. Tú eres la zorra. ¡Yo soy una bruja!

    Cargué contra Dorothy y la agarré. Choqué frente contra frente, cayendo hacia atrás. Ella se dio cuenta de lo que ocurría demasiado tarde. Me dio una bofetada, cuando lo que tenía que haber hecho era agarrarse bien. La plaqué como si de un partido de rugby se tratara. Gritó al chocar contra la barandilla y caímos juntas al vacío.

    De pronto éramos dos cuerpos ingrávidos, enredados el uno con el otro, por encima de las luces de la Ciudad Esmeralda que se extendían a nuestros pies. A lo lejos oí el gemido lastimero del Hombre de Hojalata. Cuando caímos, vi por el rabillo del ojo a Nox, que apareció en el balcón espada en ristre.

    —¡Amy! —gritó con la voz quebrada por la desesperación.

    No eran los guardias de Dorothy los que subían por la escalera de caracol. Era la Orden. Demasiado tarde. Ahora ya no podían ayudarme.
  • yunnuejb18compartió una citahace 4 años
    , Astrid, cuánto tiempo sin vernos.

    El Espantapájaros estaba a mi lado, apoyando suavemente su mano rasposa en mi espalda. Había estado tan distraída deseando la muerte de Dorothy que no le había visto acercarse. Me cogió una copa de champán de la bandeja, pero no se la bebió. Me pregunté si, en el caso de que lo hiciera, el líquido le atravesaría el cuerpo y lo empaparía.

    —¿No son un horror estas pequeñas reuniones? —me preguntó distraídamente, siguiendo con sus ojos de botón a un par de munchkins que bailaban desenfrenadamente—. Un derroche de recursos tremendo.

    No quise mirarle a la cara, sabiendo lo que le había hecho a Maude y ahora a Jellia, para que no me viera la rabia y la indignación en los ojos. Bajé la mirada al suelo, esperando dar la impresión de que lo hacía por pudor.

    —Yo creo que la fiesta es preciosa —dije con los dientes apretados.

    —Sí, claro, cómo no —murmuró—. Espero reanudar pronto nuestros encuentros nocturnos, querida. No veo la hora.

    Contuve un escalofrío.

    —Tengo que irme —dije y, antes de que pudiera responder, levanté la bandeja y me puse a circular por la fiesta.
  • yunnuejb18compartió una citahace 4 años
    —Me dejasteis aquí, sin más —grité clavándole un dedo en el pecho—. No sabía si volvería a tener noticias tuyas nunca más.

    Nox me agarró de las muñecas, deteniéndome antes de que pudiera darle otro empujón.

    —¿Tú crees que a mí me gustó tener que dejarte aquí? ¿No poder volver a hablar contigo o volver a verte, no saber si estabas bien o no? Lo hice porque tenía que hacerlo, no porque quisiera.

    —Para vosotros no soy más que una pieza de ajedrez que movéis por el tablero —respondí, furiosa, zafándome de su agarre.

    Por un momento, me pareció verle en el rostro un gesto de verdadero dolor. Pero entonces se recompuso y adoptó un tono de voz frío otra vez.
  • yunnuejb18compartió una citahace 4 años
    —Es decisión tuya —añadió—. No es la magia la que te convierte en lo que eres. Son las decisiones que tomas. Mira a Dorothy.

    —¿Por qué a Dorothy?

    —Porque eso es exactamente lo que la hace mala.
  • vcortessolanocompartió una citael año pasado
    —¿Qué tipo de pájaro es? —le pregunté. No se parecía a ningún ave que hubiera visto.

    —Es un magril, un ave autóctona del País de los Gillikins. Se pasa la mitad de la vida en forma de escarabajo. Cuando alcanza la edad adulta, entra en letargo un año y al despertarse se ha convertido en esta criatura majestuosa.

    —Casi como una mariposa.

    —Casi como tú —dijo él.
  • Cynthia Llanescompartió una citahace 2 años
    —¿Tú crees que a mí me gustó tener que dejarte aquí? ¿No poder volver a hablar contigo o volver a verte, no saber si estabas bien o no? Lo hice porque tenía que hacerlo, no porque quisiera
  • Cynthia Llanescompartió una citahace 2 años
    Los que se sacrifican son siempre los que más tienen que perder
  • Cynthia Llanescompartió una citahace 2 años
    Saqué el cepillo de mi bolsillo y me puse a cepillar sus densos rizos color caoba
  • Cynthia Llanescompartió una citahace 2 años
    Tuve que reprimir una carcajada que me hubiera delatado. ¡El Hombre de Hojalata estaba desesperadamente enamorado de Dorothy
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