Corrupt

—¿Puedo decirte algo, niña? —pregunto, un bulto hinchando mi garganta—. Siempre estoy asustado. Hago lo que me dice que haga. Me paro y hablo, o me quedo en silencio, y nunca digo que no a cualquier cosa que quiera. Nunca me levanto por mí mismo.

Poséelo o ellos te poseerán.

Quiero todo lo que me dicen que no puedo tener, y veo esa hambre en ti también.

mientras más mayor te haces, más pequeña se hace la caja.

Estás aquí, porque me gustas, Rika. Estás aquí, porque hay suficientes personas tratando de decirnos qué hacer y tratan de mantenernos en una caja.

—¿Qué tan lejos quieres ir? —preguntó, su voz gruesa y ronca.

—No necesitamos del sexo para sobrevivir, pero lo necesitamos para vivir —explicó—. Es una droga, y una de las pocas cosas en la vida donde los cinco sentidos están en su pico más alto.

¿Quién me está mirando? ¿Están susurrando sobre mí? ¿Se están riendo de mí? A Michael no le importaría.

Bocinas estaban distribuidas por la habitación, sonando música mientras dos chicos —uno de ellos Kai, sin camisa y sin máscara— luchaba con sus puños en el centro del suelo abierto, rodeado de estudiantes que lo animaban a él y al otro chico.

—Pero siempre fueron controlables —desafió—. Eran reconciliables. Ahora no tienen límites, y la única cosa que realmente entienden es que son la única persona en quien pueden confiar.