Nuestros comienzos en la vida

monólogo de Hermione, de Andrómaca...

Parece estar haciendo

Jean-Paul Sartre vivió con su madre hasta los sesenta años

Muchas veces nos hacemos la ilusión de que seguimos siendo los mismos... Si supieras cuánto ha cambiado París... Siento como si ya no estuviera en el lugar que me corresponde, pero no me atrevo a decírselo a nadie... menos a ti... Día tras día, es una batalla contra la soledad..., y sin embargo, en algunos barrios, vuelve uno a encontrarse de repente consigo mismo tal como era... Por ejemplo, muy entrada la noche, muy cerca del teatro..., en la esquina de la calle de Les Mathurins... Pasaba por allí la otra noche... Soplaba una leve brisa... No supe si seguir la calle hasta el teatro..., oía tu risa detrás de mí..

Muchas veces nos hacemos la ilusión de que seguimos siendo los mismos... Si supieras cuánto ha cambiado París... Siento como si ya no estuviera en el lugar que me corresponde, pero no me atrevo a decírselo a nadie... menos a ti... Día tras día, es una batalla contra la soledad..., y sin embargo, en algunos barrios, vuelve uno a encontrarse de repente consigo mismo tal como era... Por ejemplo, muy entrada la noche, muy cerca del teatro..., en la esquina de la calle de Les Mathurins... Pasaba por allí la otra noche... Soplaba una leve brisa... No supe si seguir la calle hasta el teatro..., oía tu risa detrás de mí

Día tras día, es una batalla contra la soledad..., y sin embargo, en algunos barrios, vuelve uno a encontrarse de repente consigo mismo tal como era... Por ejemplo, muy entrada la noche, muy cerca del teatro..., en la esquina de la calle de Les Mathurins... Pasaba por allí la otra noche... Soplaba una leve brisa... No supe si seguir la calle hasta el teatro..., oía tu risa detrás de mí..

Los deportistas de nivel medio son muy buenos entrenadores..., podría hacer contigo el papel de entrenador..

JEAN

Son cosas que deben de pasar muchas veces en la vida... Te dejas la ventana abierta... y unas cucarachas rojas aprovechan para meterse en tu cuarto..., unos abejorros muy gordos..., unas cucarachas negras..., unas aves de mal agüero... Dan vueltas a tu alrededor... Tienes que quedarte quieto con los brazos cruzados. Sobre todo no hacer ningún gesto que les llame la atención... Acabarán por irse de la habitación..

Día tras día, es una batalla contra la soledad..., y sin embargo, en algunos barrios, vuelve uno a encontrarse de repente consigo mismo tal como era... Por ejemplo, muy entrada la noche, muy cerca del teatro..., en la esquina de la calle de Les Mathurins... Pasaba por allí la otra noche... Soplaba una leve brisa... No supe si seguir la calle hasta el teatro..., oía tu risa detrás de mí...