Saturno

Nadie sabe lo que ha perdido a menos que recuerde haberlo disfrutado

manos temblaban sin mí

David Bowie, «Space Oddity»,

De pie en la cu­bierta de proa, apoyada en la baranda, Louise contempla el Mediterráneo, vacío aún de todos los pecios fantas­ma­­les que la atormentarán cincuenta años más tarde. Porque así vagamos, desarbolados en la tempestad de los años, rehenes de un mar sombrío en el que el exilio de unos nunca lle­ga a borrar el de los otros, culpables y víctimas del pasado

Harry aguarda el momento de ingresar por fin en el mundo verdadero, de conocer a adultos con los que poder tener las conversaciones auténticas que ahora se le escamotean, y en esa espera silencio

en esa espera silenciosa, rabiosa, solitaria, comienza a amar los libros como se ama a las personas