Te amo, porque eres tierna, amorosa y cariñosa. Mujer, tienes un corazón de oro.
Jamie sintió que se derretía.
—Pero, sobre todo, te amo porque eres una persona en la que puedo confiar. Sí —agregó, al sentir que se ponía rígida otra vez— jamás podría amar a una mujer que intentara engañarme, pero en ti tengo una confianza absoluta