Gratis
Gustavo Adolfo Becquer

Rimas y leyendas

  • Ashley Rachel Coccocompartió una citahace 3 años
    El verde es gala y ornato

    del bosque en la primavera,

    entre sus siete colores

    brillante el iris lo ostenta,

    las esmeraldas son verdes,

    verde el color del que espera

    y las ondas del océano

    y el laurel de los poetas.

    Es tu mejilla, temprana

    rosa de escarcha cubierta

    en que el carmín de los pétalos

    se ve a través de las perlas.
  • Ashley Rachel Coccocompartió una citahace 2 años
    De lo poco de vida que me resta

    diera con gusto los mejores años,

    por saber lo que a otros

    de mí has hablado.

    Y esta vida mortal y de la eterna

    lo que me toque, si me toca algo,

    por saber lo que a solas

    de mí has pensado.
  • Ashley Rachel Coccocompartió una citahace 3 años
    Porque son niña tus ojos

    verdes como el mar, te quejas;

    verdes los tienen las náyades,

    verdes los tuvo Minerva,

    y verdes son las pupilas

    de las hurís del Profeta.
  • Mar Jassocompartió una citahace 8 meses
    Espíritu sin nombre,

    indefinible esencia,

    yo vivo con la vida

    sin formas de la idea.

    Yo nado en el vacío,

    del sol tiemblo en la hoguera,

    palpito entre las sombras

    y floto con las nieblas.

    Yo soy el fleco de oro

    cae la lejana estrella,

    yo soy de la alta luna

    la luz tibia y serena.

    Yo soy la ardiente nube

    que en el ocaso ondea,

    yo soy del astro errante

    la luminosa estela.

    Yo soy nieve en las cumbres,

    soy fuego en las arenas,

    azul onda en los mares

    y espuma en las riberas.

    En el laúd soy nota,

    perfume en la violeta,

    fugaz llama en las tumbas

    y en las ruinas yedra.

    Yo atrueno en el torrente,

    y silbo en la centella,

    y ciego en el relámpago

    y rujo en la tormenta.

    Yo río en los alcores,

    susurro en la alta yerba,

    suspiro en la onda pura,

    y lloro en la hoja seca.

    Yo ondulo con los átomos

    del humo que se eleva

    y al cielo lento sube

    en espiral inmensa.

    Yo, en los dorados hilos

    que los insectos cuelgan,

    me mezco entre los árboles

    en la ardorosa siesta.

    Yo corro tras las ninfas

    que en la corriente fresca
  • Mar Jassocompartió una citahace 8 meses
    No digáis que agotado su tesoro,

    de asuntos falta, enmudeció la lira:

    podrá no haber poetas; pero siempre

    habrá poesía.

    Mientras las ondas de la luz al beso

    palpiten encendidas,

    mientras el sol las desgarradas nubes

    de fuego y oro vista,

    mientras el aire en su regazo lleve

    perfumes y armonías,

    mientras haya en el mundo primavera,

    ¡habrá poesía!

    Mientras la ciencia a descubrir no alcance

    las fuentes de la vida,

    y en el mar o en el cielo haya un abismo

    que al cálculo resista,

    mientras la humanidad, siempre avanzando

    no sepa a do camina;

    mientras haya un misterio para el hombre,

    ¡habrá poesía!
  • Mar Jassocompartió una citahace 8 meses
    Si morir es dormir, quiero dormir en paz en la noche de la muerte, sin que vengáis a ser mi pesadilla maldiciéndome por haberos condenado a la nada antes de haber nacido. Id, pues, al mundo a cuyo contacto fuisteis engendrados, y quedad en él como el eco que encontraron en un alma que pasó por la tierra sus alegrías y sus dolores, sus esperanzas y sus luchas.

    Tal vez muy pronto tendré que hacer la maleta para el gran viaje: de una hora a otra puede desligarse el espíritu de la materia para remontarse a regiones más puras. No quiero, cuando esto suceda, llevar conmigo, como el abigarrado equipaje de un saltimbanqui, el tesoro de oropeles y guiñapos que ha ido acumulando la fantasía en los desvanes del cerebro.
  • Mar Jassocompartió una citahace 8 meses
    No obstante, necesito descansar; necesito, del mismo modo que se sangra el cuerpo por cuyas henchidas venas se precipita la sangre con pletórico empuje, desahogar el cerebro, insuficiente a contener tantos absurdos.
  • Yoshi Leóncompartió una citahace 2 años
    — LXIX —
    Al brillar un relámpago nacemos

    y aun dura su fulgor cuando morimos:

    ¡tan corto es el vivir!

    La gloria y el amor tras que corremos

    sombras de un sueño son que perseguimos:

    ¡despertar es morir!
  • Ashley Rachel Coccocompartió una citahace 3 años
    Despierta, tiemblo al mirarte;

    dormida, me atrevo a verte;

    por eso, alma de mi alma,

    yo velo mientras tú duermes.

    Despierta, ríes, y al reír, tus labios

    inquietos me parecen

    relámpagos de grana que serpean

    sobre un cielo de nieve.

    Dormida, los extremos de tu boca

    pliega sonrisa leve,

    suave como el rastro luminoso

    que deja un sol que muere.
  • inesdoba09compartió una citahace 2 meses
    Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés, y mientras esperaba que comenzase la misa del Gallo, oí esta tradición a una demandadera del convento.
    Como era natural, después de oírla, aguardé impaciente que comenzara la ceremonia, ansioso de asistir a un prodigio.
    Nada menos prodigioso, sin embargo, que el órgano de Santa Inés, ni nada más vulgar que los insulsos motetes que nos regaló su organista aquella noche.
    Al salir de la misa no pude por menos de decirle a la demandadera con aire de burla:
    —¿En qué consiste que el órgano de maese Pérez suene ahora tan mal?
    —¡Toma! —me contestó la vieja—, en que ese no es el suyo.
    —¿No es el suyo? ¿Pues qué ha sido de él?
    —Se cayó a pedazos de puro viejo, hace una porción de años.
    —¿Y el alma del organista?
    —No ha vuelto a parecer desde que colocaron el que ahora les sustituye.
    Si a alguno de mis lectores se les ocurriese hacerme la misma pregunta, después de leer esta historia, ya sabe el por qué no se ha continuado el milagroso portento hasta nuestros días.
    — I —
    —¿Veis ese de la capa roja y la pluma blanca en el fieltro, que parece que trae sobre su justillo todo el oro de los galeones de Indias; aquél que baja en este momento de su litera para dar la mano a esa
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)