El laberinto de Creta es uno de los autos sacramentales de Tirso de Molina. Se articula como un drama litúrgico centrado en la alegoría cristiana. Su finalidad es siempre de carácter moralizante, con final apoteósico extraído de la eucaristía cristiana.
Tirso de Molina es el pseudónimo de Gabriel Téllez, un religioso y autor español nacido en Madrid en 1579 y fallecido en Almazán en 1648. Se le considera uno de los mayores dramaturgos de las letras españolas, sobre todo porque se le atribuye la creación del mito de Don Juan.